El gobernador Ricardo Gallardo afirmó que el cambio de adoquines por concreto estampado no se detendrá por la inconformidad de sólo tres personas y los intereses de un medio de comunicación. "Tienen su agenda y es válido", señaló.

Por su parte, una mayoría de habitantes de San Miguelito avalaron el proyecto de rescate del barrio y sus calles que impulsa el Gobierno de San Luis Potosí, luego de que por décadas la herencia maldita los mantuvo en el abandono pese a estar muy cerca del Centro Histórico y de ser uno de los espacios más emblemáticos de la capital.

Alberto Hernández dijo: “Yo nací aquí, el barrio, la ciudad y San Luis Potosí estaban abandonados, no entiendo por qué alguien se tiene que oponer a esta obra, apoyo al 100 por ciento el proyecto, porque todos somos beneficiados. El templo va a estar ahí, no le va a pasar nada, igual el kiosco, y al contrario se les dará una bonita iluminación”.

Por su parte, Inés Cruz, con más de 45 años habitando el barrio, y José Armenta con más 62, comentaron que el proyecto será de beneficio, con más seguridad para automovilistas y peatones, ya que el adoquín es de gran riesgo porque las y los adultos mayores pueden sufrir caídas. “No conozco a las personas que protestan, porque son de otros lugares, ni siquiera son de aquí, nosotros estamos de acuerdo y apoyamos”, comentó el señor José.

Gregoria Martínez dijo que, no se le hace justo, que haya gente protestando y oponiéndose, “con el adoquín no puede uno andar tranquilo porque o ya se torció o ya se cayó una persona, sobre todo las de la tercera edad”. Puntualizó que, por lo menos tres veces, se ha caído en los adoquines y hace poco era atropellada, ya que un automovilista quería esquivar un hoyo. “El tiempo que tengo de vida no había visto algo igual y ahora que se puede hacer, imagínese, estamos muy de acuerdo, conformes y agradecidas, nadie había hecho nada. Que siga adelante el proyecto de mejora”.