Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta

El golpe blando y lo que sigue... 

El golpe blando de la oligarquía sigue operando, en un supuesto marco de legalidad, manipulando el sistema judicial para desestabilizar el gobierno de la 4T y frenar la reforma del poder judicial que, para  la oposición e intereses empresariales extranjeros  estadounidense y canadienses, es decir, tiburones que, desde su abismo neoliberal, aducen  que la  reforma judicial representa un retroceso para  la democracia mexicana y  porque el poder judicial estaría en riesgo de  posibles influencias del crimen organizado y, sobre  todo, que el poder ejecutivo concentraría la fuerza suficiente para imponer un régimen autoritario, no obstante, el autoritarismo que se presenta es por  parte  del poder judicial, ya que de  forma por demás absurda, la jueza federal por el estado de Morelos, Martha Eugenia Magaña López, expidió una suspensión de oficio para pausar indefinidamente el debate en el pleno de la cámara baja del congreso sobre el paquete legislativo, impulsado desde palacio nacional, que pretende reformar el poder judicial federal. La jueza otorgó un plazo de 24 horas a la nueva legislatura en la cámara de diputados, que entró en funciones el 1 de septiembre, para informar sobre el cumplimiento de su sentencia. De lo contrario, la autoridad judicial tiene la facultad de sancionar al organismo legislativo.

Un segundo juez federal en el estado de Chiapas, Felipe V. Consuelo Soto, concedió otra suspensión referente a los debates de la reforma judicial, ordenando que, en el caso de que la legislación sea aprobada en el pleno federal, la reforma no sea enviada a los congresos locales para su discusión y aprobación. Es importante precisar que, en el sistema legislativo mexicano, para la aprobación e implementación de una reforma a la Constitución, se requiere que las cámaras de senadores y diputados aprueben el texto, pero también es indispensable que al menos 17 congresos estatales aprueben la iniciativa de reforma judicial.

Las acciones de estos dos jueces, desde luego, por instrucciones de la presidenta del Poder Judicial, Norma Piña, son de una gran incongruencia porque la jurisdicción del juzgado o juzgados no tienen competencia para suspender el análisis, discusión y aprobación del dictamen  a  la reforma constitucional en materia judicial y es una evidencia más del golpe blando  de la oligarquía que consiste en una  lucha política, donde la ley y las instituciones que deberían proteger la democracia y la justicia son manipuladas para servir a intereses particulares.

Entre las características del golpe blando están:  la judicialización de la política que, utiliza procedimientos legales para desacreditar a un oponente. Otra es la de los medios de comunicación para expandir una narrativa negativa alrededor de una figura política.  En este contexto, la percepción pública se manipula para deteriorar la legitimidad del gobierno. Entre las fases de la guerra sucia que hemos soportado durante el sexenio de la 4T, destacan supuestos desabastecimientos como pueden ser en alimentos o medicinas, el énfasis en la criminalidad, la violencia y la inseguridad, las constantes narrativas en defensa de la libertad de prensa acompañadas de acusaciones de totalitarismo, la manipulación de prejuicios anticomunistas y antipopulistas y el bombardeo de noticias falsas en medios corporativos nacionales e internacionales.

En el golpe blando de la oligarquía, la judicialización de la política se refiere al proceso mediante el cual las decisiones, que deberían ser de naturaleza política, se pretenden trasladar al ámbito judicial, con el fin de que el poder judicial resuelva cuestiones que originalmente corresponden al debate democrático y político. En este escenario, el poder judicial tiene activado un golpe blando para impedir una reforma que busca modificar el sistema judicial para hacerlo más transparente, eficiente y para reducir los enormes privilegios del llamado cártel de la toga, quienes utilizan su posición de autoridad para bloquear la reforma bajo el pretexto de proteger la "independencia judicial".

La guerra del poder judicial devela que lo único urgente es la defensa de sus privilegios,  por eso el sábado por la noche, el área jurídica de la cámara de diputados recibió los oficios de las suspensiones que pretenden detener el proceso legislativo y análisis de la iniciativa de reforma al Poder Judicial. Vaya rapidez.  Otra de las fases del golpe blando es el calentamiento de las calles mediante la organización de marchas como la que se llevó a cabo el día de ayer, al mismo tiempo que el presidente López Obrador, presentaba su sexto y último informe de gobierno. En la marcha del poder judicial.  participaron los que antes se llamaban marea rosa, trabajadores del poder judicial, profesores y estudiantes de facultades de derecho. No faltaron Xóchitl Gálvez, Lorenzo Córdova y Javier lozano. Los de siempre, ya no con playera rosa, pero si con atuendos de blancas palomitas.

Viene una semana de guerra, donde el golpe blando puede ser el final de una oposición derrotada o de una transformación, Norma Piña tiene la palabra, según sus jueces e inquisidores.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JAIME CONTRERAS HUERTA

jcontrerash44@gmail.com

Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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