Reina del mediodía

CASA / MAMC*2

-Museo de Arte Moderno y Contemporáneo-

Por Jorge Ramírez Pardo

El término museo es significativo cuando tiene un sentido comunitario o por su singularidad –a veces grandeza- logra impactar a diversos públicos.

El museo no grandioso, pero de impacto local, es tal cuando las personas del entorno son principales y recurrentes visitantes, quienes le rodean y lo sienten suyo. Es para ellos su segunda casa, sitio cargado de simbolismos, de sentimiento de identidad.

Por ello, a un museo cercano a la comunidad circundante, esta lo protege lo cuida, preserva y acrecienta su acervo. Ahí se realizan eventos comunitarios, es su sitio festivo y emblemático. Puede ser un recinto, espacio e incluso festividad o personaje.

EN EL POBLADO DE CUENCA

Recuerdas, a manera de ejemplo, el Museo de arte abstracto en Cuenca, España, poblado a mitad del camino entre Madrid y Valencia. Pequeño sí, pero con existencia milenaria y recio carácter histórico y sentido comunitario. No sólo el poblado sino todo el casco antiguo en sitio escarpado sinuoso es museo generador de sentimientos de orgullo e identidad para sus habitantes.

Empero, el Museo de arte abstracto, se conformó ya avanzada la segunda mitad del siglo XX en un sitio relativamente pequeño “Las casas voladas”, confluyente en su parte frontal a la Plaza mayor (oh paradoja, de pequeñas dimensiones) y en su parte posterior da al vacío de una barranca/ribera del río cuyo cause y profundidad genera dos Cuencas en una, y de donde se aprecia una singular estética del edificio procedente del siglo XXV y dador del apodo “Casas voladas”.

Pues bien, en ese museo hay piezas forjadas por varios artistas de las artes plásticas españolas con reconocimiento internacional, habitantes intermitentes del lugar y procedentes de otras geografías de España, entre ellos los catalanes Antonie Tapies y Antonie Saura y el vasco Chillida. La gente del poblado antiguo (hay en un llano fuera del perímetro fundacional una parte moderna) los vio en la calle, compartió con ellos tertulias y fiestas comunitarias, decoraron por cambalache o intercambios de viandas y bebidas, algunos bares del lugar.

El arte abstracto, no es de fácil digestión para todo público, pero cuando los vez nacder a tu lado y se vuelve parte del paisaje, como habitante del lugar y conocedor de sus autores –luego sabrías de estatura universal- te llega a pertenecer distingue a tu poblado  y es parte de tu identidad. El umbral entre lo abstracto desconocido y multi-significante (por su carencia de asideros unívocos/figurativos) ya te perteneces.

Trivia para visitantes: El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca ofrece una colección permanente de 129 pinturas y esculturas de artistas españoles de la generación abstracta de los años 50 y 60 (Millares, Tàpies, Sempere, Torner, Rueda, Zóbel, Saura, entre una treintena de nombres), además de otros autores de los 80 y 90. Está plenamente representada la vanguardia artística de la segunda mitad del siglo XX en España, la que con más fuerza generó el nuevo arte.

El Museo fue creado en 1966, por Fernando Zóbel, quien puso numerosas obras de su colección en este edificio, propiedad del Ayuntamiento conquense, con una rotación lenta y permanente. La búsqueda del sitio adecuado se inició antes, en 1961, y en junio de 1963 el pintor y escultor conquense Gustavo Torner sugirió la posibilidad de poner el Museo en las Casas Colgadas de Cuenca.

Asienta este Museo en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Cuenca, poblado a su vez Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Se sitúa en las Casas Colgadas, edificio de origen medieval, construido a finales del siglo XV. La estructura del edificio, que al exterior tiene la inconfundible silueta de diversas galerías arquitrabadas, de madera, colgadas en el vacío y adosadas a las rocas que asoman sobre la honda hoz del (río) Huécar, es al interior un complejo entramado de estancias superpuestas, con distribuciones muy irregulares, ello permite crear un espacio pleno de sugerencias y ámbitos en los que las obras de arte ganan en espectacularidad, fuerza y locuacidad plástica.

Hay tarifas reducidas para estudiantes, jubilados, y grupos de más de 20 personas. La entrada es gratuita para los nacidos o residentes en Cuenca, y alumnos de los colegios de Castilla-La Mancha.

En México en pocos sitios, el museo adquiere esa dimensión. Se le ve ajeno y distante, conservador de piezas y recuerdos del pasado. Hay, en la mayor parte de esos sitios un costo de entrada y si no lo hay una barrera emocional para la mayoría de la población porque esta no lo siente suyo ni se identifica con él.

 

CULTURA CON MAYÚSCULA O COMO HISTORIA PATRIA

Ejemplo potosino al azar.

En la capital potosina hay un sitio denominado Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y ni es museo, sino galería para exposiciones temporales disparejas, tampoco es de Arte Contemporáneo porque la mayoría de sus muestras no lo son. Son, cuando llega a suceder, de arte moderno o hecho en la actualidad, pero pocas veces con el sentido experimental, disruptivo y cuestionador del denominado Arte Contemporáneo.

El tal MAC potosino, cuenta con aceptables instalaciones, buen estado de conservación y frecuentes actividades participativas e interactivas con públicos específicos.

De unos meses a la fecha, a la entada del museo hay Un mapa/línea del tiempo con algunas fotos para ilustrar un recorrido comparativo de los sucesos nacionales relevantes en paralelo con las distintas vocaciones del inmueble. Ya corrigieron, por cierto, el error inicial cuando consignaron la construcción del edificio para albergar la oficina central de correos de la ciudad.

Con la corrección señalada, el edificio se inauguró como sitio comercial con distintos negocios, de los más identificados son, área de venta de carne y una gran tienda, “La mexicana” (en cuyas exhibía el letrero “Román Ramírez e hijos”) con frente hacia la actual calle Morelos, con venta lo mismo de artículos de ferretería y mercería como sombreros y jarciería. Esto es, antes de ser oficina postal, el inmueble fue, en escala, un precursor de las tiendas departamentales.

Para el caso y si el tal MAC quisiera formar un público no ocasional sino recurrente y tener como sucede en otros lares “amigos del museo”, puede y debiera interactuar con sus vecinos comerciantes de distinto tenor, incluidos locatarios de los cercanos Parían y Mercado Hidalgo. En 15 años celebrados en este momento, no se ha dado esa interacción. Lo más aproximado y con sus asegunes fue alguna muestra de graffiteros.

Pero, lo sucedido en la capital potosina en sus museos es común a todos. Dirigidos no por amigos del museo y mucho menos con preparación para el cargo. Actualmente abundan los amigos “verdes” de la alta burocracias, situados en los cargos para justificar sueldo privilegiado, y sin capacidad de activar los numerosos empleados semi ociosos y carentes de imaginación para activar los recintos y acercarlo a la formación de un público de todos los sectores sociales.

LA HISTORIA MATRIA

El historiador Luis González denominaba la enseñanza de la historia tradicional “Historia patria”, la de los padres, la mayoría varones, distantes mitificados en tanto mostrados como límpidos, perfectos, incluso heroicos. Él mismo González inauguró para México la “Historia matria”, la de las personas comunes, el zapatero, el profesor de primaria, el barrendero con sus historias mínimas, el migrante, la rezandera y hechos particulares, incidentes en lo comunitario. Son escenarios, la plaza del pueblo, el cementerio, los parajes; son sucesos la visita de embajadores del pueblo a concer el santuario guadalupano y negociar venta de excedentes en el mercado de la Merced CDMX, la uaroa boreal y el paso del cometa Halley, la llegada de migrantes franceses prófugos del ejercito gali durante la Guerra de los pasteles. Luis González no sólo teorizó, inició la historia matria mexicana, también denominada micro historia, a partir de “Pueblo en vilo”, recuentro matrio  de su pueblo natal, San José de Gracia en el estado occidental de Michoacán.

Post cast al respecto: https://historiografiamexicana.com/ep-88-luis-gonzalez-y-gonzalez-pueblo-en-vilo-los-de-abajo/

Por su parte, más de algún antropólogo mexicano, entre ellos el yucateco Fernando Cámara Barbachano –fundador del área de atropología social en México-, apela a la “Cultura con mayúscula” como la de expresiones sofisticada y elitistas y a “Cultura con minúscula” aquella de amplia cobertura y abierta a potencial formación de todo tipo de públicos.

Así se debate en Cádiz, España, en tiempo reciente: En este retorno he dado con entes culturales libre muy interesantes y normalmente poco reconocidos. Esos entes no tienen una proyección meramente "chiclanera". Es decir: su ámbito de intereses no se restringe a lo local, con todo el respeto debido al localismo, que también es interesante y más que respetable. Siempre he pensado que un pueblo o ciudad sin expertos y eruditos locales estaría falto de parte de su esencia. (…)La cosa viene de antiguo, porque si usted, amable lector, quiere profundizar en el asunto, puede recurrir a Max Weber, a Gramsci, al señor Harris (don Marvin) y a muchas otras autoridades en la materia.

El tema tiene continuidad

En la cocina hay imágenes sonidos y letras del músico potosino Arturo Cipriano Izquierdo y de la compositora griega Eleni Karaindrou (con numerosas bandas para cine, entre otros para el genio Teo Angelopoulos), https://www.youtube.com/watch?v=3o-4twsaxDY.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JORGE RAMÍREZ PARDO

galloenredarte@outlook.com

Periodista cultural y divulgador científico

Potosino, con estudios de Cinematografía y de Periodismo en la UNAM. Realizador de cine. Docente en la UNAM, Colsan e ILCE/OEA y (actualmente) en el Centro Universitario de las Artes de la UASLP. Tallerista para UNAM, SEP y Unesco, en tecnológico, universidades mexicanas y para el ministerio de Educación de El Salvador. Productor del diario fílmico CINECLUB enred@rte.

Anteriores