Torre Cultural
ESTACIONES DEL FERROCARRIL (VIEJA Y NUEVA) EN SLP, TRÁNSITO DE SIGLOS
Por Pedro Félix Gutiérrez Turrubiartes
La estación del ferrocarril de San Luis Potosí inició como un edificio cuadrado de dos plantas. Empezó a funcionar el 16 de abril de 1890 por la compañía ferrocarrilera "El Tren Mexicano", con la ruta SanLuis-Tampico-Aguascalientes; ahí hubo un restaurante famoso por sus ricas donas y su sabroso café.
Ya antes existía la llamada "Estación vieja", instalada por la competencia “Compañía del Ferrocarril Nacional”, e inaugurada en 1888, con la concesión de la ruta México-Laredo. Entre 1907 y 1908 se consolidaron las dos líneas para formar los “Ferrocarriles Nacionales de México”, ante lo cual se tuvo la necesidad de construir una estación que más tarde se conocería como “La estación unida" a pesar de los conflictos generados por el inicio de la revolución y la existencia de una gran inestabilidad económica en México se creó el proyecto para construir una estación.
El 9 de febrero inició la "Decena Trágica", negro capítulo de la historia en que se suceden conflictos, bombardeos y muerte de Francisco I. Madero y Pino Suarez en La Ciudadela con la llamada "traición del sátrapa Huerta" y que culmina con la prisión y asesinatos, a mansalva, del presidente y vicepresidente de México por parte de militares a mando del usurpador.
Doce días después, sin que los historiadores pudieran darse cuenta de la forma como se desarrolló el proyecto, fue inaugurada la Estación Unida del Ferrocarril con las corridas México-Laredo y tampoco San Luis-Aguascalientes. El diseño de la estación era de la magnitud de la que existe actualmente construida a base de madera y cantera.
Continúa la estación en sus funciones mientras prosigue la Revolución, y mueren los principales caudillos, hasta el 11 de febrero de 1920; inicia una quemazón que deja en ruinas la estación. Se dice que el fatal accidente fue ocasionado por las brasas ardientes que provenían de la cocina, en la que se usaba leña para alimentar el fuego y cocinar, mientras que otros cuentan que fue un soldador que hacía remociones en el techo de lámina y que por un descuido provocó el siniestro.
De la Estación Unida sólo quedaron los restos y terrenos los cuales fueron usados por un tiempo por carpas y circos para trabajar y hacer sus funciones, así como campamentos gitanos. Mientras tanto era usada la estación construida en 1880. Cuando la gente preguntaba por los espectáculos la gente respondía: "Están allá en la estación quemada".
Viene la etapa de los gobiernos del General Saturnino Cedillo, el presidente Plutarco Elias Calles, el asesinato del General Álvaro Obregón por el potosino de Matehuala José León Toral; Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio a quien el 10 de febrero de 1929 también intentaron matar dinamitando la vía del tren en que viajaba, entre las estaciones de Comonfort y Rinconcillo, Guanajuato, a través de otro potosino llamado Fernando Islas; destruyeron dos carros pullman, la locomotora y el tanque. Luego Abelardo R. Rodríguez y posteriormente inicia el General Lázaro Cárdenas con su plan general; entonces se empieza hablar de la necesidad de construir una nueva estación del ferrocarril en San Luis Potosí.
En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y México necesitaba suministrar materias primas a Estados Unidos y era peligroso el transporte marino porque submarinos alemanes merodeaban el Golfo de México. San Luis Potosí producía plomo y cobre que tenía que trasladar al vecino país por ferrocarril, además de los trenes con petróleo que venían del puerto de Tampico y llegaban aquí a la entidad potosina para después ser trasladados a otros lugares. No había oleoductos, ni carros tanque para trasladarlos por carretera ni caminos pavimentados para transportarse. Ante tal situación se inició la construcción de "La Estación Nueva" que fue inaugurada el 7 de noviembre de 1942.
Una semana antes, un tren proveniente de Tampico corrió una gran distancia sin conductor y atestado de pasajeros pues el maquinista se había matado al caer a tierra por un sitio denominado "El Espinazo del Diablo; Sebastián Jasso tripulaba la máquina 403 y descubrió que ésta ya no funcionaba en forma normal, por lo que al inspeccionarla de la parte inferior, desde el estribo, perdió el equilibrio y cayó por tierra siguiendo el convoy su camino sin que nadie lo condujera. Cuando la tripulación se dio cuenta de lo sucedido procedieron a parar el tren en tanto llegaba otro maquinista causando el hecho gran impresión entre los pasajeros.
Cerca de la fecha también se esperaba por tren la visita de la actriz cinematográfica Mapy Cortés quien con su compañía presentara la obra Don Juan Tenorio y la ciudad se estremecía con la noticia de la misteriosa muerte de una mujer que pretende ocultar un crimen.
Las fuerzas aliadas crean el segundo frente desembarcando en las costas del Atlántico y el Mediterráneo. La persecución contra el general nazi Erwin Rommel, “el zorro del desierto” en la “Campaña de África” de 1942 por el general norteamericano Bernard Law Montgomery. Primero los Afrika Korps de Rommel consiguieron acorralar al ejército británico en Egipto. Después, Montgomery al mando, consiguió imponerse sobre las tropas de Rommel en la batalla de El Alamein, la primera gran derrota de la Wehrmacht.
Las fuerzas aliadas eran lideradas por Eisenhower, Comandante en Jefe, cuyas tropas desembarcaban con gran habilidad. Ambos, Rommel y Montgomery, volvieron a enfrentarse en 1944. Rommel era el responsable del “Muro Atlántico”, la barrera de búnkeres en la costa de Francia para para impedir una invasión Aliada. Montgomery estaba al mando de las tropas británicas que desembarcaron en las playas de Normandía el 6 de julio de 1944, el “Día D”.
Durante los tiempos del general Francisco J. Mújica y del general Cedillo no se lograría la estación -en aquel entonces se dijo "porque todo era un sueño"-, sin embargo, contra la desidia y la indiferencia, en estos mismos tiempos, pudieron elaborarse los planos de la obra de ingeniería que marcaban la aprobación de las obras.
Se refirieron ahí también a unas palabras del General Cárdenas al General Cedillo pidiéndole unión en este proyecto. En una visita del General Ávila Camacho Cedillo expresó al visitante sus temores de que "fuera mucha estación". Todos los presentes ahí dijeron que “¡no!”. Y es que en esta estación se condensaron todos los adelantos profesionales que la experiencia ha aportado desde hace más de veinte años en que fue terminada la de Durango. No se había construido ninguna en México y en ella se copió el gran acervo de la industria ferroviaria.
El tren inaugural de la estación es el número uno México-Laredo llamado “El Águila Azteca” el cual viene corriendo a tiempo remolcado por la locomotora 2531 y hubiera llegado a La Pila a las 11:10 a donde se subieron invitados y comisiones para cumplir el numerito. Los informes son traídos a la Estación Nueva por mensajeros pues no estaban montados aún los telégrafos en este edificio. Los reportes de los jefes de estación llegaban a la estación antigua.
Inmenso grupo entre invitados y curiosos invaden el anden. Había representantes de la industria y el comercio, funcionarios ferrocarrileros y de gobierno, damas elegantes luciendo pieles y abrigos con los que hicieron frente a esa mañana otoñal.
Las obras al fresco del maestro Fernando Leal, no obstante estar sin estar acabadas, señalan ya la fuerza de los motivos que describen. Una de las obras del pintor plasma el desarrollo de los medios de transporte, desde el caballo, las diligencias, las máquinas de vapor y de diesel, mientras que el otro pone enfados en la evolución de los medios de traslado, la gente y tradiciones de la época; se observa en el mural de la parte poniente cómo vestían los soldados, los ricos de alcurnia y la gente del pueblo. Al centro aparece un personaje, un enano potosino vendedor de billetes de lotería.
Son las nueve de la mañana de aquel 7 de noviembre de 1942. Con la llegada del convoy se conmemora la inauguración. Se oyen los silbatos de las locomotoras y el ruido de las calderas de los talleres del ferrocarril. Suenan las campanas que son echadas a vuelo; el tren penetra en reversa y el primero en llegar es el carro Pullman “Primero de Febrero”. Bajan, entre otros, Pablo Hernández, subgerente de ferrocarriles y el arquitecto Manuel Ortiz Monasterio, autor del proyecto del edificio. Era gobernador de San Luis Potosí el General Ramón Jiménez.
Para el año de 1957 están concluidos todos los trabajos del programa de rehabilitación de la terminal local y la viene a inaugurar el presidente Adolfo Ruiz Cortines; en estos se incluyó la reconstrucción general de la estación de pasajeros dejando a la Estación San Luis como la más moderna del sistema ferroviario, tanto en materia de comunicaciones como de ingeniería eléctrica técnica.
La reconstrucción general de la estación de pasajeros incluyó ls ampliación de determinados departamentos, anexos y arreglos de andenes; vías de estacionamiento, los pisos de la sala de espera, superintendencia y el servicio telegráfico que fueron transformados con el cambio de loseta asfáltica y mosaico; los sanitarios y baños se reformaron instalándose gabinetes para servicio del personal y del público que llegaba a las salas de espera; se impermeabilización azoteas y se dio iluminación general a la estación que hoy en día es el Museo del Ferrocarril.
Para el servicio de coches y carros, para tener a mano el equipo de reservas, en el lado oriente de los andenes se construyeron dos fosas amplias, así como el departamento de almacenes y oficinas para todo el personal que interviene en la movilización diaria de trenes.
Se cambió totalmente la iluminación de la estación pasajeros y andenes y se renovó la pintura general de todas las instalaciones; se arregló y modernizó el restaurante anexo y ciertos aparatos para mejorar la comunicación telegráfica, revista y sistema de equipajes, oficinas administrativas, superintendencia, telégrafos, despachadores y mobiliario.
El aumento en el volumen de trenes en su longitud dio como resultado ampliar los andenes. El edificio es notable por su luminosidad y representa una muestra de la arquitectura civil del Siglo XX en México.
Intenso movimiento de pasajeros y mercancías con sus encuentros y desencuentros; ahí llegaba el tren de pasajeros número uno llamado también "El Águila Azteca", el cual llegó a traer hasta veinte carros saliendo de la Estación Buenavista en la Ciudad de México a Nuevo Laredo. El tren número dos, con cinco carros, corría el tren de Buenavista a Monterrey y transitaba también el mixto de carga de Salinas a Aguascalientes. La división San Luis a la que pertenece la estación nueva sigue e Empalme Escobedo, Guanajuato, y termina en Saltillo, Coahuila.
En el conductor del tren es en quien recaía la autoridad administrativa del viaje. Integraban la tripulación el maquinista y su ayudante, el fogonero -a quien se llamó así desde los tiempos de la máquina de vapor-, y dos garroteros bajo el mando del conductor del tren responsable de su movimiento. Él era quien recibía las órdenes en las oficinas telegráficas para cumplir los tiempos mínimos entre estaciones y encuentros que les fijara el despachador en turno. La tripulación completa tenía que checar el número de las máquinas y los trenes para los encuentros en las diversas estaciones, dando a estos movimientos y traslados una unidad y concierto obligados por el reglamento del transporte.
Ver y enseñar a ver para dejar atrás la infancia espiritual.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
Es académico investigador por la UASLP la cual ha publicado sus libros. Es considerado buen escritor y poeta. Sus columnas periodísticas son culturales