El alfil negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

LA PROMESA COMÚN

“Invenimus aquam”

(Hemos hallado agua)

 -Génesis, 26, 32

 

Bien sabemos que, cada tres años, todos los candidatos a puestos de “servidores públicos” refrendan insistente e incesantemente la misma promesa. Quienes quieren nuestros votos, ensayan y repiten como pericos las mismas cantaletas imposibles, incluso aquellos que ya la han dicho durante varios trienios o sexenios, las replican con un énfasis tal que pareciera se les va la vida en ello.

 

En las actuales campañas para las presidencias municipales y diputaciones de San Luis Potosí, ha vuelto a aparecer, pero ahora con un mayor énfasis, la promesa del suministro de agua en calidad y volumen suficientes, para que la población ya no vuelva a padecer el flagelo de la sed, para que los jardines luzcan como los de Versalles, el ganado engorde que de gusto, la ropa brille de limpia y los alimentos se preparen con prontitud. Incluso, la promesa de cada candidato nos promete la solución que hemos esperado por años ante la sequía histórica y anuncia que los ciudadanos nos podremos bañar cantando con júbilo bajo la regadera.

 

Prácticamente todos los candidatos a la presidencia municipal nos prometen que lucharán para que el suministro del agua sea al menor precio posible y hasta dicen que, de darse las condiciones, el agua será gratis. Todo será tan bueno que hasta el organismo operador será eficiente y sus empleados nos atenderán con amabilidad y una sonrisa en los labios; juran que ya no habrá fugas en las líneas de conducción, que las presas estarán llenas a reventar y volverán los deportes acuáticos que antaño se practicaban en los embalses potosinos. Prácticamente nos juran que viviremos bajo el reinado de Neptuno, el dios romano del mar y equivalente al griego Poseidón, quien, por cierto, originalmente era un dios de agua dulce.

Los candidatos a diputados locales se andan comprometiendo a legislar en favor de la ciudanía para que tengamos una mayor y mejor distribución del agua. Prometen hasta la saciedad que vendrán lluvias y habrá capacidad de almacenar toda el agua sin desperdiciar gota alguna. Pareciera que lo que nos venden es que establecerán un pacto con Tláloc, el dios mexica de la lluvia y el relámpago, quien tiene la facultad para dominar el agua y proveer el también llamado licor de la tierra que contribuye al crecimiento de los cultivos de maíz.

 

Mientras promesas hídricas van y vienen, el gobernador del estado también muestra preocupación por la falta de lluvias. Por eso por lo que ha iniciado la convocatoria para que diferentes artistas, sobre todo del tipo grupero, vengan a San Luis Potosí para ver si con sus cantos y bailes populacheros, se logra atraer la ansiada precipitación pluvial, no importa que se den hasta el mes de agosto, en el marco de la feria de sus amores.

 

En fin promesas van, promesas vienen, artistas van y artistas vienen y la población sigue sufriendo la falta de agua.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE

ramon.ortiz.aguirre@gmail.com

Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.

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