Ajedrez Huasteco

Por Jesús Sierra

EL FRACASO DEL ORDEN SOCIAL 

“Me, me hacía un chingo de cosas carnal, me hacía un chingo de cosas wey, me corría de la casa carnal, o sea yo me fui a trabajar fueras wey, me estaba poniendo el cuerno con el vecino, el domingo wey, el domingo se fue con el wey, se fue, se fue con el vecino y se llevó…”


Esas palabras fueron pronunciadas por Héctor, alias "el diablo" o "el canelo", el día que fue detenido por vecinos del fraccionamiento el Carmen 2 de Ciudad Valles, San Luis Potosí, después de haber asesinado a su padre y a su ex esposa, y lesionado a su ex suegra, utilizando un cuchillo.


El pasado martes 11 de junio por la tarde, Héctor N. asesinó a puñaladas a su padre, quien en vida llevo el nombre de Héctor Martínez Pérez, después de que discutieron en el patio de una casa deshabitada ubicada en el fraccionamiento Villa Real de Santiago, mismo que al darse cuenta de la agresión por parte de su hijo, intentó escapar, sin lograrlo.


Luego de cometer el parricidio, el diablo caminó, valga decirlo, con el diablo adentro, hasta el fraccionamiento el Carmen 2, hasta la vivienda de su ex pareja Ana Gabriela, en donde se encontró en la calle a la víctima y a la madre de esta, Mónica, a quienes agredió con la misma arma con la que ultimara a su progenitor, logrando privar de la vida a su ex pareja y dejando lesionada a su ex suegra.


Héctor y Ana Gabriela procrearon una hija durante su unión. A decir de sus familiares, desde que Héctor se inició en el consumo de drogas empezaron los problemas, hasta que finalmente se separaron y sostenían una disputa legal por la custodia de su hija.


El día de los hechos, Héctor, quien se ganaba la vida como conductor de camiones de carga, fue sometido por vecinos del fraccionamiento y posteriormente entregado a la policía, quien lo puso a disposición del Ministerio Público. Al estar amarrado y tirado boca abajo en el suelo, Héctor justificó su conducta con los celos y la frustración que sentía por su situación sentimental con su ex pareja, vaya, “quien le manda haberme puesto los cuernos”, tremenda aberración, sin duda.


En teoría, si todas las instituciones gubernamentales fuesen funcionales y efectivas, este tipo de lamentables tragedias no ocurrirían en nuestra sociedad, pues habría alguna que prohibiera la venta de droga, otra que tratara las adicciones, otra que previniese conductas violentas en los conflictos familiares, otra que fomentase la armonía en las familias. Pero como escribí al inicio de este párrafo, eso solo es “en teoría”, y este tipo de lamentables eventos, aunque duela decirlo, seguirán ocurriendo con uno u otro grado de violencia y complejidad, pues queda claro, el orden social, ha fracasado.


Así las cosas.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JESÚS SIERRA

jsierra_68@yahoo.com

Abogado por la UASLP. Experto en acceso a la información, transparencia y rendición de cuentas. Colaborador y columnista en varios medios de comunicación entre ellos Ajedrez Político SLP. Radica en Ciudad Valles, la puerta grande de la Huasteca potosina.

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