El alfil negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

SADOMASOQUISTAS EN LA POLÍTICA

 

"Hinc illae lacrimae"

("Por eso aquellas lágrimas")

Terencio

La política mexicana tiene particularidades muy especiales, únicas e irrepetibles. Por ejemplo, nuestra democracia es la más cara del mundo, lo que se nota en la alta cantidad de dinero asignado a los partidos para que lleven una vida holgada, sin ningún sobresalto y sin tener que trabajar. Eso por no mencionar los años de contienda electoral, cuando el flujo de capitales es una impensable avalancha económica que sorprende a todas las otras democracias del planeta.

 

Pasada la contienda electoral del dos de junio, a los políticos les llegó el tiempo de las protestas, las lágrimas, las quejumbres, el rasgado de vestiduras y el de culpar a todo aquel que se pueda de sus respectivas derrotas. Así quieren lavarse las manos y que no se les reclame por sus ineficiencias políticas, ni por su incapacidad para mover a la ciudadanía. Ahí está el claro caso de Xóchitl Gálvez, quien sigue pidiendo un día sí y otro también que se anule el proceso que llevó a Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República.

 

Si analizamos con detenimiento a los perdedores, nos damos cuenta de que tanto panistas como priistas son dignos de ser estudiados por algún psiquiatra. A mi parecer, son sadomasoquistas y me explico: Se les nota que les gusta y les causa placer ser humillados en procesos que son más bien dolorosos y angustiantes. Si no sabe lo que es el sadomasoquismo, basta con que consulte en la renombrada Wikipedia, donde se apunta que esta palabra es un portmanteau (palabra combinada) de los términos sadismo y masoquismo.

Conceptualmente, dice la fuente, en la práctica del sadomasoquismo se obtiene placer a través de la humillación y del dolor en uno de estos dos roles: Los meramente masoquistas son los que quieren ser dominados y maltratados, mientras que los sadistas son los que dominan y maltratan. ¿No es exactamente esta la dinámica del PRI y del PAN? Y eso por no hablar del PRD, partido que considero digno de otra evaluación, ya que terminó siendo tan solo el esclavo de los otros dos.

 

El encargado de hacer sufrir e infringir dolor y humillación al PRI es, curiosamente, el hombre a quien cariñosamente llaman “Alito”, el líder que los está llCvando a la extinción como si fueran dinosaurios del Jurásico. Este individuo hace gala de su prepotencia y arrogancia, y los miembros de su partido lejos de ponerlo de patitas en la calle y hacerle una auditoria detallada, le aceptaron ser colocado en la primera posición de los plurinominales para la cámara de Senadores. Eso no es otra cosa que amar y gozar con quien te causa dolor.

 

Por su parte, en el PAN no cantan mal las rancheras y hoy viven víctimas de la ignorancia y los caprichos del señorito Marko Cortés, quien los ha llevado a la más estrepitosa derrota electoral de la cual tengan memoria. A pesar de esto lo sostienen, le aplauden y lo gozan hasta los límites del placer, revolcándose en su fracaso y esperando que las denuncias demenciales de Xóchitl logren anular la elección. ¡Tal es el poder que tiene entre la gente de su partido! Es por esto que Alito y Marko ocuparán sus respectivos escaños en el Senado, donde seguirán acumulando riquezas…a pesar del descrédito con el que a su vez humillan y regalan un placer doloroso a sus seguidores.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE

ramon.ortiz.aguirre@gmail.com

Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.

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