Peón memorioso

CINE LATINAMERICANO 6 

-Cine colombiano 1-

Por Jorge Ramírez Pardo

La derecha piensa según la razón del orden y del desarrollo.

La tecnología es el

ideal mediocre de un poder sin otra ideología que

el dominio del hombre por el consumo:

Glauber Rocha en 1971

 

Cuando llegaste a vivir a Bogotá, primavera de 1971, había aspectos sorprendentes en la vida cotidiana: Estado de sitio y Toque de queda, contrapartes  por la recurrente presencia guerrillera.

Gobernaba Misael Pastrana, hombre inseguro y demagógico supeditado a los poderes económicos y eclesiásticos, como el resto de presidentes colombianos y conservadores del siglo XX y parte del XXI, con excepción del actual, el ex guerrillero Gustavo Petro.

Desde el terrible bogotazo de 1948, cuando el asesinato del líder popular Jorge Eliecer Gaitán desato en el país una situación de  inestabilidad y terrorismo de izquierdas y derechas, remarcado en la capital, pero extensivo al resto del país. Diez años terrorismo urbano y de cruenta violencia oficial contra el campesinado.

Vale decir, en esos años se suspendieron actividades en la Universidad Nacional de Colombia, eso condicionó a estudiantes como el joven Gabriel García Márquez a suspender estudios superiores. Acaso esta variante conviene celebrarla, porque el ocio estudiantil formal activó a un periodista narrativo, luego convertido en escritor de realismos mágicos y otras variantes.

Aquel inicio de década, hace cincuenta años, te descubría las cualidades de un país multi regional, con signos de identidad particular es sus distintas geografías y un promedio escolar de alfabetización efectiva, pese a rezagos de analfabetismo.

La topografía accidentada de las regiones más pobladas de Colombia, zonas andinas y costas, desarrollaron un ejercicio radiofónico vigoroso y televisoras en las tres más grandes ciudades –Bogotá, Medellín y Cali- con esquemas consumistas, pero menos idiotas en comparación con los de las televisoras mexicanas.

EL CINE EN COLOMBIA

Es el tema central de este escrito y en eso, vale decir. Colombia nunca ha alcanzado grado industrial en producción fílmica. Hace 50 años su producción era exigua, pero, en cambio, en las grandes ciudades y en algunos programas de televisión se reflejaba un conocimiento y difusión de las mejores expresiones fílmicas de las vanguardias cinematográficas. En la zona céntrica de Bogotá había una sala de cine con afore de unas 200 butacas, con cupos llenos en dos funciones diarias y cambio de programa dos veces por semana. En la mayoría de las funciones, había un conocedor y estudiosos de cine para dar contexto a cada película exhibida y generar un diálogo debate con los espectadores. Vale agregar cuan frecuente era un ejercicio similar de cineclub en diversos recintos universitarios, y planteles de educación media, incluidas escuelas confesionales.

En pasada entrega se mencionó: Aquel verano de 1971, en salas de cine comercial del elitista barrio de Chapinero en Bogotá, el estreno de “Fellini Satiricón”, generó cupos llenos en tres funciones diarias.

 

CARLOS COMO EJE

Los años en referencia 1965 a 1975, son claves para un renacer del cine en algunos países de Latinoamérica. En Colombia, Carlos Álvarez, además de ser uno de los directores más destacados, asiste  a eventos de evaluación y reflexión acerca del hacer fílmico. Las más relevantes entonces se realizaban en Viña del Mar, Chile.

En un texto de él consigna el inicio del cine de su país, con años y distancia de retraso respecto a México y Argentina. Consigna la salida a Europa de varios colombianos para estudiar cine y su retorno para hacer prioritariamente cine comercial y/o propagandístico por encargo.

Vale agregar, el desarrollo prioritario de cine alternativo al comercial, incluido el realizado por Álvarez, entonces era cine documental.

Marca las excepciones y son las siguientes.

Pasado meridiano largometraje de José María Arzuaga, proyecta en el contexto de una agencia publicitaria colombiana, a través de la mirada del portero de la misma, mezquindad y actitud destructiva en una clase social privilegiada golpeadora implacable para quienes no pueden defenderse. La película estuvo prohibida por la censura varios años.

 

Camilo Torres cortometraje de Diego León Gitaldo. Documental centrado en el cura católico, quien un día se quitó la sotana y salió a las plazas públicas a plantear una evolución para destruir las estructuras productoras del subdesarrollo, no modificables desde el púlpito. Luego se incorporó a las guerrillas. El documental inicia el día de su muerte y recuenta su vida, pero lo interesante es mostrar una figura controvertida con un acontecimiento entonces apremiante y de actualidad, mostrado e investigado.  

 

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INTERMEDIO FÍLMICO

El diario CINECLUB enred@RTE traspuso el umbral de su número MIL apariciones.

En días recientes ha combinado el Nuevo cine Latinoamericano con vanguardias fílmicas de los países ex socialistas. Van algunas sugerencias:

Los amores de una rubia, Checoslovaquia 1965, Milos Forman (luego el director dirigió, Amadeus, Atrapado y sin salida, Jesucristo superestrella / Guion Milos Forman, Jaroslav Papousek, Ivan Passer / | Sátira. Comedia negra. Nueva Ola Checoslovaca / Trama: Unas jóvenes obreras viven en una pensión de Zruc, entre ellas Andula. La escasez de hombres en la pequeña ciudad preocupa a los funcionarios de la fábrica de zapatos, ya que las chicas están decididas a irse de Zruc, precisamente por esta razón. Para evitarlo, utilizan sus influencias para conseguir la instalación en la ciudad de una guarnición militar. Sin embargo, para desilusión de las chicas, los soldados son todos veteranos; una agraciada rubia es la excepción // https://ok.ru/video/6969938414144

La caravana de Gardel, de Carlos Palau, Colombia / Novela: Fernando Cruz Kronfly / Drama | Basado en hechos reales. Música / Película con debilidades en el guión y confusión al final, pero con atmósferas y actuaciones atinadas, agilidad y el obsequio de la belleza sensual de las mujeres colombianas y los parajes por donde conducen el ataud / Narra la travesía y el conflicto para llevar el ataúd con los restos de Carlos Gardel, por tierra, de Medellín a Buenaventura donde será embarcado a Bueno Aires; ello ocurre 6 meses después del accidente de avión cuando muere el cantante. Película estrenada en el 80 aniversario de su muerte en Medellín / ENLACE: https://youtu.be/OMXkUsp9KBA?si=dy09S0S0xNR2_fYK

Trenes rigurosamente vigilados, Checoslovaquia 1966, de Jiří Menzel / Guion Jiří Menzel, Bohumil Hrabal. Novela: Bohumil Hrabal / Drama. Humor y sarcasmo| Nueva Ola Checoslovaca / Sinopsis: Durante la ocupación nazi de Checoslovaquia, el joven Milos trabaja en una estación de trenes junto al mujeriego Hubicka, el bobo jefe de estación Zednicek y la bella revisora Masa. El director de los ferrocarriles del pueblo les encarga la misión de proteger ciertos trenes estratégicos, indispensables para los planes de dominación del Führer en Europa central, eso le lleva a tomar drástica decisión / ENLACES: SUBTITULADAhttps://www.youtube.com/watch?v=_FGFm-nV0iM DOBLADA: https://www.youtube.com/watch?v=EEzdQD38cYc

El Sueño del Paraíso, Colombia 2007, escrita y dirigida por Carlos Palau / Reparto Luz Marina Arcos, Yuji Machida, Carlos Nisho, Nao Suzuki, Claudia Morimitzu, Alejandro Buenaventura, Olga Moribe / Sinopsis Juzo Takeshima, profesor de la Universidad de Tokio, durante los años veinte descubre la novela María del escritor vallecaucano Jorge Isaacs y la treduce, en medio de una época de guerras civiles en su país. Takeshima, sin saberlo cambia su vida y la de centenares de compatriotas cuando empieza la búsqueda de la floreciente región que describe Isaac, dando paso al inicio de las inmigraciones de japoneses al Valle del Cauca en los años 20 y 30 / ENLACE: https://youtu.be/oFgtHrr0iGA?si=BRbRB_RzIAp5peq6

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OTROS CONTEXTOS DE CINE COLOMBIANO

El historiador de cine Isaac León Frías, subraya el aporte del cine documental colombiano de los años sesenta y setenta en la línea del testimonio social es uno de los más destacados de la región; sin embargo, no participó de la agenda nacionalista y revolucionaria promulgada en otras arenas. Ningún largometraje representó realmente un desafío al Estado y no se redactaron manifiestos o documentos (sí en México, Brasil, Bolivia, Argentina y Cuba) que galvanizaran una paridad de pensamiento y objetivo político del cine que se estaba produciendo”

 

Destaca a Gabriela Samper, como otra realizadora con un filme significativo  El hombre de la sal, realizado en 1965.  Muestra el trabajo de un campesino reacio  a cambiar los tradicionales procedimientos artesanales ante los procesos de industrialización de la sal. Documental inspirado, tanto temática como estéticamente, en el legado poético y visual de Robert Flaherty, en particular la emblemática película épica Nanuk, el esquimal...

 

Gabriela Samper usualmente escogía protagonistas individuales para desglosar narraciones elípticas y episódicas que dan cuenta de la supervivencia en condiciones adversas

 

Es en Los santísimos hermanos, sobre una secta religiosa que huye de las regiones de mayor violencia en el país, Samper incorpora la nota de la denuncia política; pero, ello la convierte en una cineasta “sospechosa” para el poder político; luego le se acusa de pertenecer al

Ejército de Liberación Nacional (ELN) y es encarcelada durante cinco meses con los también cineastas Carlos y Julia Álvarez.

El resto de producciones en esos años, opina Álvarez, no reflejaba en lo mínimo la realidad y visión de Colombia. Nunca pasaron del cine de propaganda con afinado esteticismo inútil y escapista.

 

Él mismo consigna la aparición de la revista Guiones en 1962; con ello, de los primeros críticos profesionales. La revista tuvo 10 apariciones y 6 años después la revista Cinemes, tan sólo 4.

 

Da valor relevante a los cineclubes y a una reunión nacional de ellos en los años 1967 y 1968, pero demanda dos acciones necesarias y hasta entonces inexistentes, el paso de la teoría a la práctica cinematográfica y la ausencia de escuelas de cine. La producción fílmica, señala, es posible haciendo de manera prioritaria cine documental.

El mismo Carlos Álvarez y su esposa Julia llevan a la práctica sus propuestas. En la próxima entrega, se revisará su trabajo fílmico documental y el desarrollo del mismo.

 

Durante los años referenciales 1965-1975, el cine era la única diversión masiva de Colombia, pese a su limitada cobertura fuera de las grandes ciudades. Entonces de los 892 municipios del país, en menos de la mitad, 426 había salas de cine.

 

Sin embargo, como hasta el día de hoy sucede, la oferta predominante, comenta Carlos Álvarez, según gustos burgueses, “educados” y atentos a las apariencias con preferencia para el cine hecho en Hollywood, falso y mentiroso, rodeado de los colores suaves  a que aspira a vivir detrás de cortinado del rutilante mundo como parte del imperialismo cultural.

Esto dicho hace casi sesenta años, tiene vigencia.

 

El tema continuará…

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JORGE RAMÍREZ PARDO

Periodista cultural y divulgador científico

galloenredarte@outlook.com

Potosino, Con estudios de Cinematografía, y de Periodismo en la UNAM. Realizador de cine. Docente en la UNAM, Colsan e ILCE/OEA y (actualmente) en el Centro Universitario de las Artes de la UASLP. Tallerista para UNAM, SEP y Unesco, en tecnológicos y universidades mexicanas, y para el ministerio de Educación de El Salvador. Productor del diario fílmico CINECLUB enred@rte.

UASLP AUTODESRTUCTIVA Y ENDÓGENA

-en camino de reelegir a un incompetente-