EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS VIENE DEL FESTIVAL DE LEMURIA EN ROMA EN HONOR A LOS ESPÍRITUS DE LOS MUERTOS
De acuerdo a la periodista Belén Lázaro del sitio Libertad Digital, "los católicos tienen muchas fechas apuntadas en el calendario pero, conforme se va terminando el año, llegan algunas de las más señaladas. Entre ellas, el Día de Todos los Santos. Pero, ¿Qué se celebra? Durante este día se honra y recuerda a los seres queridos que ya no están. De hecho, junto a esta festividad, al día siguiente, 2 de noviembre, se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, un día con un significado más íntimo y religioso.
El Día de Todos los Santos, conocido en algunas culturas como el Día de los Difuntos o el Día de los Muertos, es una festividad que se celebra en diferentes partes del mundo (destacadamente México), por ello, su origen es un mosaico de tradiciones y creencias que se han fusionado a lo largo de la historia. Pero, ¿De dónde surge esta celebración? El origen del Día de Todos los Santos se remonta a la antigua Roma, donde se celebraba el festival de Lemuria, en honor a los espíritus de los muertos. En el origen, esta festividad se llevaba a cabo en mayo y se creía que los espíritus de los difuntos regresaban para acechar a los vivos, por ello, la Iglesia Católica, en un intento de cristianizar estas tradiciones paganas, estableció el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre. Esta fecha coincidió con festividades celtas y anglosajonas, como el Samhain, que marcaba el fin de la temporada de cosecha y el comienzo del invierno.
Pero no hay que olvidar que los santos ya canonizados son celebrados cada uno de ellos un día especial del año. Sin embargo, en el Día de Todos los Santos son honrados todos aquellos que han superado el purgatorio, se han santificado y ya gozan de la vida eterna bajo la presencia de Dios. Hay que recordar también que la canonización es el conjunto de pasos que se siguen para convertir a una persona ya fallecida en un santo y, por tanto, que quede incluido en el canon, el listado de santos reconocidos por la iglesia católica. Además, cuando un individuo es canonizado se le asigna una festividad litúrgica en concreto y se le puede rendir culto y pedir su intercesión ante Dios.
Una de las costumbres del Día de Todos los Santos es asistir a misa, pues se considera un Día Santo de Obligación, lo que significa que todos los católicos deben acudir a la iglesia, excusando solo a aquellos que estén enfermos o tengan un motivo de peso que les impida la asistencia.
No obstante, es interesante la diferencia que existe entre la iglesia católica y la iglesia protestante sobre el significado de santidad. En el protestantismo también hay santos que son personas que están aún en el mundo de los vivos. Según el Antiguo Testamento, la palabra santo se refiere a una persona apartada por Dios, separada del mundo y dedicada a su servicio y los protestantes lo interpretan como una santificación personal que se ejerce a través de las acciones del día a día.
En la Edad Media, la Iglesia Católica promovió la veneración de los santos y mártires, y el Día de Todos los Santos se convirtió en una fecha importante para honrar a aquellos que habían fallecido y habían sido canonizados. La tradición de encender velas en las tumbas de los seres queridos y visitar los cementerios se convirtió en una costumbre arraigada. Con el paso de los años, la festividad se extendió por Europa y América con la colonización y la evangelización, pero también se mezcló con las creencias y rituales de las culturas indígenas y africanas. Tanto es así que, en América Latina, esta fusión dio lugar al Día de los Muertos, una festividad que combina la veneración de los santos con la celebración de los ancestros. Se honra a los muertos con ofrendas de comida, bebida y objetos personales, y se creía que las almas de los difuntos regresaban para visitar a sus seres queridos.
Pero no hay que olvidar tampoco que la historia del Día de Todos los Santos se inicia en el siglo IV d.C. con la denominada gran persecución de Diocleciano. Ésta fue la última y más sangrienta persecución de las diez que se llevaron a cabo, desde el Gran incendio de Roma en el año 64 bajo el gobierno de Nerón hasta el Edicto de Milán en el año 313, por el que el emperador romano Constantino el Grande legalizó la religión cristiana. Tras la persecución, fue tal la cantidad de mártires muertos que no era posible rendir honor a todos ellos y se quiso establecer una fecha para hacerlo de manera conjunta, aunque no fue hasta el año 610 cuando se estableció una primera fecha de culto, el día 13 de mayo, al convertir en iglesia el Panteón romano, bajo la advocación de Santa María Rotonda.
Posteriormente, en el siglo IX, el Papa Gregorio IV decidió trasladar muchos restos de cuerpos de los mártires desde las catacumbas hasta dicha iglesia, volviendo a consagrarla con el nombre de Santa María ad Martyres, el día 1 de noviembre del año 835. Esta festividad se lleva a cabo para honrar tanto a los santos, tanto conocidos como desconocidos, y se realiza un especial recuerdo a todos los que viven en la presencia de Dios.
Pero, ¿Por qué el 1 de noviembre? La elección de la fecha del 1 de noviembre no fue al azar ya que en esta jornada los pueblos germanos celebraban una de sus festividades y, por entonces, la Iglesia buscaba eliminar las celebraciones que tuvieran un origen pagano.
¿Por qué se celebra el Día de Todos los Santos?
Con las primeras persecuciones a los cristianos empezó el culto a los mártires, quienes eran considerados verdaderos testimonios de Cristo que renacían a la vida eterna en el momento de su muerte. Desde los primeros siglos después de Cristo, los restos de las víctimas de las persecuciones y ejecuciones eran recuperados en secreto y depositados en las catacumbas para poder ser venerados cada año por sus familiares y amigos, en el día del aniversario de su muerte. En estas primeras celebraciones litúrgicas se imploraba la protección y ayuda del santo.
Con el paso de los siglos, los lugares donde eran enterrados se convirtieron en destinos de peregrinación y en ellos se empezaron a edificar iglesias. Uno de estos lugares es la Basílica de San Pedro, edificada en la colina Vaticana, sobre la tumba de este apóstol. Posteriormente, ya en el siglo XII, el Papa Urbano IV decidió que la celebración del Día de Todos los Santos fuese instaurada en honor de todos ellos, conocidos y desconocidos, canonizados o no, sin que quedara ninguno sin honrar.
Celebración y tradiciones gastronómicas en España
Puesto que el Día de Todos los Santos es un día festivo en todo el país, este día se suele pasar con la familia. Tradicionalmente se aprovecha esta fecha para llevar flores a los difuntos, pero además, comer un sinfín de dulces típicos como los huesos de santo o los buñuelos de viento. Gracias a la multiculturalidad que existe dentro España, en cada región tienen tradiciones diferentes:
- En Canarias se celebra la llamada "Noche de los fianos", que es una festividad en la que las calles de los pueblos se llenan con hogueras, música y bailes.
- En Galicia se celebra el Samaín la noche del 31 de octubre. Esta tradición tiene su origen en la celebración celta del fin de la temporada de cosechas. Esta festividad consiste en decorar las casas con adornos relacionados con la muerte, ya que según la tradición, la noche de Samaín desaparece el límite entre el mundo de los vivos el de los muertos.
- En la Castanyada, fiesta tradicional catalana que se remonta al siglo XVIII, las familias se reúnen alrededor de una mesa y recuerdan a sus difuntos seres queridos mientras comen castañas asadas. Esta tradición también se celebra en algunas partes del Levante y en Aragón.
- La fiesta de Tosantos, que se celebra en Cádiz, tiene una de sus partes más representativas en los concursos que se realizan en los mercados. Los puestos representan escenas de la vida cotidiana, funerarias y de conmemoración a los difuntos aprovechando los productos que venden. Una idea original a la que se suma la compra de frutos de temporada como las castañas, y por supuesto la visita al cementerio para rendir homenaje a los seres queridos.
- En Soria se celebra esta noche con la obra "El monte de las Ánimas" que transcurre en uno de los montes de Soria. Durante esta festividad se reproduce la lectura de la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer con títeres, monjes templarios, esqueletos y otros espectros.
- En Jaén, en la localidad de Begígar, los vecinos salen a la calle con cacerolas llenas de gachas que utilizan para tapar las cerraduras de las puertas de las casas. La tradición dice que este rito sirve para espantar a los malos espíritus".