Los Expedientes del Imperio
Por Jaime Contreras Huerta
La estrategia salarial de la 4T
A partir del 2019, ya como presidente Andrés Manuel López Obrador, el incremento al salario mínimo ha sido superior al 100% en términos nominales. Este aumento es el más alto que se ha registrado en las últimas décadas, pasando de 88.36 a 248.84 pesos diarios en el presente año. Este ajuste no solo ha mejorado el poder adquisitivo de los trabajadores, sino que también ha contribuido a la reducción de la pobreza. Las fuentes indican que alrededor de 5.1 millones de personas han salido de la pobreza entre 2018 y 2022, de los cuales, 4.1 millones, fueron por los incrementos del salario mínimo. Con esta estrategia salarial de la 4T, el ingreso laboral promedio, creció un 24% durante ese periodo, superando la inflación, lo que se traduce en una mejora significativa en las condiciones económicas de muchas familias mexicanas.
El incremento del salario en 2019 fue de 16.2%, en 2020: 20%, 2021: 15%, 2022: 22%, 2023 y 2024: 20%, lo que representa un incremento del 20% cada año. Este aumento sostenido del salario mínimo ha permitido al país mejorar su posición en la clasificación de Latinoamérica, pasando del puesto número 16 al número 6, lo cual refleja un esfuerzo relevante por parte del gobierno federal para mejorar las condiciones laborales y reducir la pobreza, ya que el salario mínimo en México alcanzó 248.93 pesos diarios a partir de enero de 2024, que representa un aumento del poder adquisitivo del 110%.
Los analistas sobre la evolución mensual del salario mínimo explican que, durante el periodo de diciembre de 2006 a agosto de 2023, fue en este último año cuando el salario mínimo llegó a su punto más alto de los últimos tres sexenios. 2023 Inició con 169.55 pesos y se redujo ligeramente hasta llegar a 166.66 pesos en agosto. Como punto de referencia, estos 166.66 pesos, son 114.2 % y 85.4 % mayores al valor máximo alcanzado por el salario mínimo en las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa (77.8 pesos en enero de 2008) y Enrique Peña Nieto (89.9 pesos en diciembre de 2017). En todo el sexenio de Calderón, el salario mínimo aumentó 0.28 % (de 75.05 a 75.26 pesos) y, en el de Peña Nieto, 14.6 % (de 75.4 a 86.37 pesos).
En 2025, en la zona libre de la frontera norte, el salario mínimo aumentará de 374.89 a 419.88 pesos diarios y en el resto de la República, incrementará de 248.9 a$278.80 pesos diarios, lo que representa un aumento global del 12%. El secretario de Trabajo y Previsión Social, Marath Baruch Bolaños, explicó que con este aumento “se busca que el salario mínimo siga su camino para alcanzar las 2.5 veces la canasta básica, señalando también que en lo que va del sexenio anterior y este sexenio, el salario mínimo ha tenido un aumento del 135%, sin que esto haya tenido un efecto inflacionario”.
Las expectativas del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, son que para el año 2026 el salario mínimo alcance al menos el doble del valor de la línea de pobreza por ingresos urbana (LPIU), lo que implicaría alrededor de 9 mil pesos al mes. En una segunda etapa, se espera que para el año 2030 se incremente en poco más de 11 mil pesos mensuales. Este plan de la presidenta Sheinbaum, refleja la continuidad de la política salarial del expresidente, Andrés Manuel López Obrador, quien también implementó aumentos salariales de dos dígitos durante su administración.
Los expertos consideran que la estrategia salarial de la 4T ha sido exitosa porque no se ha traducido en una mayor inflación, ni ha significado menos empleo, lo que da certeza de que el incremento a los salarios pueden impactar en una menor pobreza laboral y; en forma agregada, también pueden generar un mejor balance en el ingreso nacional, ya que, como lo comento en líneas anteriores, 4.1 millones de mexicanos han salido de la pobreza por el efecto de los incrementos en los salarios, pero aún dista mucho para que la mayoría de los mexicanos puedan ampliar su consumo de cierto tipo de bienes duraderos e incluso de bienes suntuarios, sin embargo, es válido considerar que se está consolidando una estructura de remuneraciones salariales que conducen a un estado de bienestar y que es posible avanzar hacia mejores niveles de desarrollo en términos de ingreso.
El estado de bienestar tiene como modelo sociopolítico y económico, la justicia social. Se basa en la idea de que el bienestar de los individuos no depende únicamente de sus esfuerzos personales, sino también de las políticas que lleva a cabo el Estado. En este sentido, el gobierno interviene activamente para asegurar que todos los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, puedan disfrutar de una calidad de vida mínima que solo es posible con salarios justos para que los trabajadores tengan ingresos que cubran sus necesidades.
Con salarios justos hay mayor capacidad de consumo, lo que impulsa la economía del país. Cabe resaltar que el crecimiento del consumo nacional en México, luego de la pandemia, aumentó principalmente en los sectores de servicios, manufactura y comercio con un notable repunte en áreas relacionadas con el esparcimiento y el turismo.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
JAIME CONTRERAS HUERTA
Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.