HAY DESPRENDIMIENTO DE ROCAS EN ZONAS LATERALES DE LA PRESA SAN JOSÉ. PROTECCIÓN CIVIL ESTATAL Y LA UASLP REALIZARON EVALUACIÓN Y RECOMIENDAN AL MUNICIPIO CAPITALINO ENVALLAMIENTO Y REUBICACIÓN DE ÁREAS DE COMIDA


Para garantizar la seguridad y prevenir cualquier situación de riesgo a las personas que acuden a visitar la presa de San José, la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), realizó ayer una evaluación en las laderas de la cortina del vaso de captación, tras reportes de desprendimientos de rocas. Personal de Geofísica e investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) a realiza estudios técnicos del sitio para identificar las zonas y emitir recomendaciones a las autoridades correspondientes.
El director de la dependencia, Mauricio Ordaz Flores, precisó que la CEPC evitará poner en riesgo a las personas que acuden a visitar este cuerpo de agua en la zona metropolitana, ya que las lluvias recientes han incrementado los niveles del vaso captador, lo que puede generar el reblandecimiento de los suelos, por lo que habrá vigilancia permanente.
De acuerdo a Astrolabio, "Lorenzo Borselli, profesor de tiempo completo del Instituto de Geología de la UASLP, recientemente acudió a la presa a corroborar las investigaciones que se han desarrollado en la entidad académica junto a Rubén Alfonso López Doncel, director del instituto, y que han sido validadas por estudios adicionales en 2016 y 2018.
Además de que fue contactado por Protección Civil del ayuntamiento capitalino para atender los problemas que han detectado, como la caída de rocas, pues se ha observado la presencia de bloques rocosos de gran tamaño, algunos con diámetros superiores a los tres metros y un peso mayor a 10 toneladas, en las paredes semi-verticales que rodean la presa, por lo que estos bloques podrían desprenderse y caer sobre las áreas de juegos infantiles, venta de alimentos y estacionamiento público, poniendo en riesgo la integridad física de las personas".



Ordaz Flores agregó que, además, y con base en los ordenamientos legales vigentes, la CEPC enviará un exhorto al Ayuntamiento de San Luis Potosí para que regule y vigile las zonas de esparcimiento de la presa, como son los puestos de comida que se encuentran a la entrada, los cuales deberán ser reubicados.
También, estará prohibido el acceso a visitantes y quienes realicen actividades físicas durante lluvias o crecientes de agua de la presa; y personal de Protección Civil hará un envallado en la ladera para evitar el desgaje del cerro a causa de las lluvias para proteger a la población.
Por su parte, el titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA) Gabino Manzo Castrejón, informó que, hasta el momento, no hay indicios de que esta problemática en las laderas de la Presa San José, interfiera en el suministro de agua potable a los hogares por lo que una vez que el Organismo Intermunicipal de Agua Potable, Alcantarillado, Saneamiento y Servicios Conexos (Interapas) decida restablecer la extracción de agua, podrá realizarlo sin ningún problema.



Astrolabio añade que "otro de problema es el desprendimiento en la infraestructura hidráulica, pues los investigadores señalan que también han detectado riesgo en los vertederos, utilizados para la evacuación del excedente de agua cuando la presa alcanza su capacidad máxima, lo que podría ocasionar daños a esta infraestructura y afectar la operación segura de la presa.
De acuerdo con los expertos, la cartografía inicial de la Sierra de San Miguelito ya mencionaba las formaciones con posibilidad de caídas de rocas debido a la erosión, información que se formalizó en un documento en 2012, con la creación del Atlas de Riesgo para los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez. El problema se ha vuelto más evidente con los estudios recientes del doctor Borselli, quien ha detectado derrumbes en los últimos cinco años.
Los expertos de la UASLP atribuyen estos riesgos a la naturaleza volcánica de las rocas que forman la presa y su vaso, las cuales son propensas a fracturarse y erosionarse por la acción del agua, la luz y la vegetación, incluso a factores como la sequía y las lluvias extremas pueden incrementar el riesgo de desprendimientos".
