Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta

El tecnofeudalismo: un nuevo orden económico y social

Con la presencia de los CEO's de las plataformas digitales más importantes a nivel global, en la ceremonia donde Donald Trump tomó posesión como presidente de los Estados Unidos por segunda vez, el término tecnofeudalismo llamó la atención de los analistas debido a que este concepto considera que el capitalismo se ha transformado a partir de que los grandes entornos digitales han reemplazado a los mercados tradicionales, creando un sistema similar al feudalismo. En este nuevo orden, los grandes imperios tecnológicos han reemplazado a los castillos medievales y sus líderes se han convertido en los nuevos señores feudales.

El concepto fue acuñado por Yanis Varoufakis, economista y exministro de finanzas de Grecia, quien argumenta que los grandes consorcios tecnológicos han dejado de ser mediadores en la dinámica del mercado y ahora funcionan enfocados al control del acceso a la economía digital. En la Edad Media, los señores feudales eran los dueños de las tierras y cobraban tributos a los campesinos que trabajaban en ellas. Siglos después, en el XXI, la tierra ya no es el recurso para generar riqueza, sino los datos, la información y el acceso a la economía en internet. En el feudalismo, los señores feudales vivían de las rentas de sus tierras, “en el tecnofeudalismo, lo que se renta es el espacio digital. Por ejemplo, Apple cobra una comisión del 30% por cada intercambio que se realiza en este comercio eletrónico, de esta forma, el tecnofeudalismo crea relaciones de dependencia económica entre usuarios y plataformas”.

Los CEO's o señores feudales han creado un sistema donde los usuarios entregan datos personales a cambio de acceso al entorno digital donde algoritmos controlan lo que vemos, compramos y creemos. Están diseñados para maximizar el poder y las ganancias de este tipo de corporaciones. “Los dueños de las plataformas tecnológicas actúan como señores feudales, proporcionando acceso a los medios de producción digitales: redes, comercio digital, datos, software, inteligencia artificial” .En este modelo, los usuarios y trabajadores digitales se convierten en siervos, ya que dependen de estas plataformas para trabajar, comunicarse y consumir información. “Los datos personales son el nuevo tributo, ya que los individuos generan constantemente información valiosa que las plataformas monetizan sin una retribución justa para los usuarios”.

Los expertos en el tema explican que el problema del tecnofeudalismo no es solo económico, sino también social y político, ya que la “falta de regulación y la concentración del poder digital permiten la manipulación de la información, la explotación de trabajadores y la limitación del acceso equitativo a oportunidades en el mercado digital”. Las decisiones de estos gigantes tecnológicos influyen en elecciones y en el debate público y tienen una capacidad enorme para configurar a la opinión pública de acuerdo a sus intereses.

Por ejemplo, las fuentes publicaron que Elon Musk, a través de su red social X, expandió mensajes alineados con el movimiento "Make America Great Again" (MAGA), alcanzando a millones de seguidores. Promovió contenido que incluía desinformación sobre las elecciones y ataques a candidatos demócratas, lo que generó un ambiente favorable para la narrativa electoral de Trump

El tecnofeudalismo es visto como fenómeno reciente, pero su impacto y posibles consecuencias ya son evidentes, en gran medida, porque el futuro digital del mundo está en unas cuantas manos y está en riesgo la democratización de la información. Las grandes plataformas digitales han establecido un modelo en el que usuarios, trabajadores y pequeños negocios dependen de sus reglas para mantenerse en el entorno digital.

Las fuentes indican que Mark Zuckerberg, el señor feudal de las redes sociales, maneja un ecosistema digital donde millones de personas dependen de Facebook, Instagram y WhatsApp para comunicarse y hacer negocios. Sin previo aviso, Meta puede modificar sus algoritmos, limitando el alcance de publicaciones y obligando a los usuarios a pagar por visibilidad.

Elon Musk, dueño de la plataforma X, antes Twitter, es líder en el mercado de chips y tarjetas gráficas esenciales para la inteligencia artificial y la minería de criptomonedas. Estas empresas no solo generan grandes fortunas, sino que concentran el acceso a herramientas digitales fundamentales para la vida moderna.

Jeff Bezos, fundó Amazon, una de las plataformas de comercio electrónico más dominantes del comercio mundial. Controla una gran parte de la infraestructura digital a través de Amazon Web Services (AWS), que aloja sitios web, aplicaciones y servicios gubernamentales. Bezos ha sido criticado por las condiciones laborales precarias en sus almacenes y el trato desigual a los pequeños vendedores en la plataforma.

Sundar Pichai, CEO de Google, empresa que monopoliza las búsquedas en internet y la publicidad digital, y determina qué información es visible o no en su motor de búsqueda, está afectando negocios, medios de comunicación y a la opinión pública. A través de YouTube, Google controla la monetización de creadores de contenido, decidiendo qué videos generan ingresos y cuáles son desmonetizados.

Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Meta, es dueño de Facebook, Instagram y WhatsApp que le facilita controlar el flujo de información en redes sociales ha sido acusado de manipular algoritmos para favorecer intereses políticos y económicos. Además, su consorcio ha sido criticado por permitir la explotación de datos personales con fines comerciales y políticos.

Estos personajes y otros del tecnofeudalismo, no solo lideran empresas tecnológicas, sino que también han adquirido un poder similar al de los antiguos señores feudales, controlando el acceso a mercados digitales, datos y herramientas esenciales para la economía. Esta élite, controla el capital en la nube y ya reemplazaron a los capitalistas tradicionales como los dueños del poder económico global.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

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