DONALD TRUMP PONE A TEMBLAR A LAS ARMADORAS EN MÉXICO: AMENAZA CON APLICAR ARANCELES A LOS AUTOS QUE ENTREN A ESTADOS UNIDOS A PARTIR DEL MIÉRCOLES 2 DE ABRIL

El presidente estadounidense, Donald Trump, adelantó ayer viernes 14 de febrero que a partir del miércoles 2 de abril próximo planea implantar una nueva ronda de aranceles en contra del sector del automóvil, y bromeó con que no lo hace la víspera porque coincidiría con el Día de los Inocentes, lo cual arrancó risas entre los reporteros que cubren la Casa Blanca.
“Los habría hecho el 1 de abril. Créanme. Soy un poco supersticioso. No, literalmente, teníamos un plan para el 1 de abril. Dije, hagamos que sea el 2. ¿Saben cuánto dinero cuesta eso? Cuesta mucho dinero sólo ese día, pero lo haremos el 2 de abril”, dijo a la prensa desde su escritorio en el Despacho Oval 

Su anuncio tiene lugar un día después de que firmara un memorando para imponer “aranceles recíprocos” a los países que gravan productos estadounidenses, con el objetivo de igualar las tarifas que esas naciones aplican a las exportaciones de Estados Unidos.

Los nuevos aranceles no entrarán en vigor de inmediato, sino en un plazo de “semanas” o “meses”, según dijo entonces, y los primeros en ser castigados serán aquellos con los que EU tiene un mayor déficit comercial. Trump justificó esa medida como una cuestión de “justicia”. “Nosotros cobraremos lo mismo que un país hace pagar a EU, ni más ni menos”, declaró a la prensa.

Ayer  Trump volvió a defender su decisión de imponer gravámenes, por los que se ha castigado ya con unos del 25 por ciento a las importaciones de aluminio y acero.

“Los aranceles van a salvar un montón de industrias”, dijo el líder republicano, que se vanaglorió de haber “salvado la industria del acero” en su primer mandato (2017-2021) con aranceles a ese sector y subrayó que ese material es necesario: “Hay algunas cosas que tienes que tener, y el acero es una de ellas para el Ejército, etcétera”.

Los aranceles recíprocos no se aplicarán de forma homogénea. No se aplicará una tarifa uniforme del 10 por ciento o 25 por ciento, sino que la Administración establecerá tasas específicas en función de los aranceles y “barreras” comerciales que cada nación impone a EU.

El mandatario estadounidense no dio cifras con respecto al porcentaje de los aranceles que impondría a los autos mexicanos ni tampoco detalló cuándo haría el anuncio oficial.

Los fabricantes globales de automóviles ya toman en cuenta estrategias para mitigar el impacto de un un posible arancel del 25% que EU podría imponer a las importaciones provenientes de México y Canadá, según un informe de la agencia calificadora Fitch Ratings.

Fitch advirtió que, de concretarse estosimpuestos comerciales, las principales empresas automotrices enfrentarían presiones en sus calificaciones crediticias por el aumento de costos y la afectación en sus cadenas de suministro. La calificadora destacó que la exposición de las compañías a estos aranceles varía según su nivel de producción en Norteamérica y su capacidad para trasladar costos a los consumidores.

Según Fitch, para mitigar el impacto de los aranceles, las compañías han comenzado a evaluar estrategias como la diversificación de proveedores, el ajuste en precios de venta y la optimización de costos operativos.

No obstante, Fitch señaló que las automotrices no prevén realizar cambios drásticos en su producción hasta que la política arancelaria de EU se implemente de manera oficial tras aplazarse por un mes la semana pasada.

Entre las empresas con mayor riesgo están General Motors (GM), Honda, Nissan y Stellantis por su alta dependencia de la fabricación en México y Canadá. Los datos oficiales más recientes en México, detallan que la exportación de autos ensamblados en el país cayó un 13.7 por ciento interanual en enero, pese al alza del 1.68 por ciento en la producción, según informó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).

Esta caída en el mayor sector vinculado a la industria mexicana ocurre en medio del regreso a la Casa Blanca el 20 de enero de Donald Trump, quien ha advertido de aranceles a productos mexicanos, pese a ser su principal socio comercial.

Fitch indicó que, antes del anuncio de los posibles aranceles, ya existían perspectivas negativas en la industria automotriz por factores como la desaceleración de la demanda y la transición hacia vehículos eléctricos en Norteamérica.

El informe subraya que la incertidumbre comercial podría generar volatilidad en el sector, afectando la inversión y la competitividad de los fabricantes en la región. Además, Fitch advierte que el impacto total de los aranceles dependerá de su duración y alcance, así como de las medidas de respuesta de México y Canadá.