LA GCE ABATIÓ A 3 PRESUNTOS DELINCUENTES EN EL MUNICIPIO HUASTECO DE SAN VICENTE TANCUAYALAB



Un saldo de tres civiles armados muertos dejó un enfrentamiento con agentes de la Guardia Civil Estatal (GCE) de San Luis Potosí ayer en el municipio huasteco de San Vicente Tancuayalab.
El intercambio de metralla transcurrió en las inmediaciones del rastro, a la salida al vecino municipio de Tanquián de Escobedo, y causó pánico entre la población que corrió a resguardarse en sus hogares y en comercios que cerraron de inmediato al escuchar las ráfagas.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno del Estado dio a conocer anoche que abatió a tres "sicarios" al repeler una agresión y les aseguró armas largas y una camioneta.
También la dependencia de seguridad estatal informó que han desplegado un operativo con agentes federales y soldados a la caza de más civiles armados que lograron huir. De acuerdo a versiones de fuentes de seguridad, los tres abatidos presuntamente hacían labor de "halconeo" y participaron en la refriega.
Con estas acciones, la GCE refrenda el compromiso de continuar con el combate sin tregua a la delincuencia, para garantizar que ningún hecho delictivo pueda transgredir la paz de las y los habitantes.

Por otro lado, se informó que el presidente municipal de Huehuetlán, Ramón Martínez Avitud, tuvo un altercado con elementos de la GCE. El edil mostró una actitud rebelde al encarar a oficiales de la corporación tras ser abordado porque su camioneta blindada presentaba impactos producidos por proyectil por arma de fuego.
En un video que se ha viralizado, Martínez Avitud se dijo "perseguido", sin embargo fuentes oficiales consulgtadas han señalado que el alcalde se ha negado a que las fuerzas de seguridad hagan presencia en este municipio, con lo cual ha despertado sospechas y dado pie a diversas especulaciones.
Pobladores se quejan de que del edil se pasea en su municipio a bordo de camionetas de lujo con hombres fuertemente armados y se quejan de que al alcalde "le gustan los lujos y las excentricidades", lo cual contrasta con el rezago, la marginación y la pobreza de sus habitantes.
A pesar de la explicación del jefe oficial Titanio, clave que usa el comandante Edgar Mar del Ángel, de que solo realizaban su trabajo por una situación que fue observada en su unidad blindada, el alcalde observó una actitud rebelde y rijosa.
