MURIÓ JOSÉ AGUSTÍN, ESCRITOR DE LA ONDA Y LA CONTRACULTURA DE LA GENERACIÓN DEL 68. AMLO RECONOCIÓ SU OBRA

El escritor Jose Agustín murió ayer a los 79 años de edad en su casa de Cuautla, Morelos, por todos reconocido como el narrador, ensayista y dramaturgo, perteneciente a la “literatura de la onda” -llamada así por la escritora y académica Margo Glantz-, que le dio identidad a la generación del 68 con una extraordinaria irreverencia iconoclasta que rompió con la rigidez y los cánones de esa época represiva en la historia de México. El Maestro Juan José Arreola, creador de los talleres literarios en México, fue quien le ayudó a perfeccionar y moldear su original estilo que desde niño desarrolló.
En su conferencia mañanera de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó mucho el fallecimiento del escritor José Agustín. "Son recomendables sus textos. Mezclaba la parte cultural con la política. Escribía para los jóvenes. Me quedo con Tragicomedia mexicana: la vida en México, es lectura obligada, donde explica cómo funcionaba el régimen autoritario y la corrupción que imperaba en México", señaló.
AMLO agregó que son historias que se repiten y José Agustín puso al descubierto todos los enjuagues de la cúpula empresarial con el régimen. "Él sí escribía, no como Krauze, o Aguilar Camín Volpi o Sheridan. Todo nuestro respeto y apoyo a sus familiares", remató.

El Instituto Politécnico Nacional (IPN), tiene en redes un gran documental sobre el autor de La Tumba, titulado Historias de vida-José Agustín donde familiares, conocedores como Elena Poniatowska y él mismo explican cómo es que se convirtió en un ícono literario, en el cual el apoyo de su padre que era piloto y aviador fue fundamental. José Agustín introdujo el análisis sobre el Rock and Roll, la psicodelia, las drogas como la marihuana, los hongos alucinógenos y la fuerte crítica a la sociedad, a la represión familiar y al Estado.
José Agustín, oriundo de Acapulco, Gerrero, pero avecindado en la CDMX desde los 11 años de edad, fue considerado uno de los escritores más renovadores de la narrativa mexicana en los años 60 por una literatura dotada de un lenguaje moderno, coloquial y sin censura, murió ayer a los 79 años debido a varios problemas de salud, luego de varios días de ser reportado con "pronóstico reservado” por su hijo, el artista visual José Agustín Ramírez, quien incluso publicó fotos donde un sacerdote amigo del escritor habría acudido a darle la extremaunción.
Andrés Ramírez, hijo y editor del escritor, confirmó la lamentable noticia mediante un comunicado oficial. En él expresó: “Con profunda tristeza comunicamos el fallecimiento de José Agustín: esposo, padre, hermano, abuelo y escritor devoto de la literatura y la música, así como de sus lectores de cualquier edad”, dice el mensaje con el que su su esposa, Margarita; sus hijos Andrés, Jesús y Agustín; su hermana y hermano; sus nietas y nietos, su sobrina, se despidieron del escritor a quien definieron como “Guerrerense de corazón, autodidacta empedernido, amante de la comida y los placeres; jungiano, estudioso del Iching, aficionado de la astrología e impulsor de todas las formas de contracultura”. Un hombre de signo Leo con ascendente acuario, y hasta el final descrito como Mono de Madera, en el horóscopo chino.

Nacido el 19 de agosto de 1944 en Acapulco, Guerrero, José Agustín aseguraba ser "Un viejo con espíritu rebelde". En 2011, a propósito de la recepción del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en el área de Lingüística y Literatura, el autor de De perfil, Se está haciendo tarde, El rock de la cárcel, Inventando que sueño y Tragicomedia mexicana, declaró que siempre supo que quería ser escritor y que ya escribía cuando tenía once años.
“Tardé muchos años en que me consideraran; durante mucho tiempo me veían como el escritor vulgar y jodido, pero yo seguí escribiendo, no había bronca, pero últimamente me ha ido increíblemente bien, los dos últimos años han sido pletóricos de homenajes y de festejos que me hacen”, afirmó.
José Agustín Ramírez Gómez fue parte de una generación de escritores entre los que estaban Parménides García Saldaña, Gustavo Sáinz y René Avilés Fabila, que debían su influencia a Allen Ginsberg, William S. Burroughs y Hunter S. Thompson. A los que Margo Glantz llamó “Literatura de la Onda” y que Enrique Marroquín acuñó como “Jipitecas”.
Fue autor de una obra extensa y un escritor de la contracultura, ejerció la prosa, el ensayo, la autobiografía, el teatro y el guión para cine; fue colaborador de revistas y diarios, hizo radio y televisión, fue profesor invitado por universidades de prestigio a dar cursos sobre literatura.
En 2009, tras una presentación en Puebla, los jóvenes lectores subieron al templete a pedirle autógrafos, fue tal la presión que José Agustín sufrió una caída de tres metros, se rompió el cráneo y dos costillas, permaneció dos meses y medio en el hospital; el accidente lo paralizó un año y fue determinante para sus últimos años de vida y lo sumió en un silencio creativo.

José Agustín es autor de Ciudades desiertas, Cerca del fuego, La contracultura en México y Dos horas de sol; estudió Letras Clásicas en la UNAM, dirección en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), composición dramática en el INBAL y participó en el taller literario de Juan José Arreola.
Fue traductor de Cabot Wright comienza, de James Purdy (con Juan Tovar), publicado por Joaquín Mortiz, en 1969; de Alucinógenos y cultura, de Peter T. Furst, FCE, 1981; Paraíso infernal, de Ronald G. Walker, FCE, 1982; “El don del águila”, de Carlos Castaneda y “El viejo y el mar”, de Ernest Hemingway, EMU, 1986.
Dirigió el largometraje Ya sé quién eres/Te he estado observando y actuó en la película De veras me atrapaste, dirigida por Gerardo Pardo. En 1976 adaptó para cine El apando, de José Revueltas, bajo la dirección de Felipe Cazals, y un año después La viuda de Montiel, de Gabriel García Márquez, dirigida por Miguel Littin.
Fue amigo de muchos escritores y gente de cine, entre ellos Angélica María, Gabriel García Márquez, Alejandro Jodorowsky, Juan Tovar, Jorge Fons; se casó por unos meses con Margarita Dalton para poder ir a Cuba a alfabetizar gente; pero en realidad su vida la pasó con su esposa Margarita Bermúdez, con quien estuvo casado más de 55 años y con quien tuvo tres hijos: Andrés, quien es editor y escritor; Jesús, quien es neurólogo y escritor; y José Agustín, artista y escritor.
El escritor que estuvo preso en el Palacio Negro de Lecumberri, a principios de los años 70, recibió galardones como el Premio Latinoamericano de Narrativa Colima 1983 para obra publicada por Ciudades desiertas; el Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón 1993 por trayectoria literaria y aportación a las letras mexicanas; el Premio Dos Océanos otorgado por el Festival Internacional de Biarritz (1995); el Premio Mazatlán de Literatura 2005, por Vida con mi viuda; la Medalla al Mérito en Artes, Ejecución Musical y Artística en 2010; y la Medalla Bellas Artes en 2011.
