MILES DE PERSONAS ACUDIERON AL FUNERAL DEL OPOSITOR DE PUTIN, ALEXEI NAVALNY, VIGILADOS POR LA POLICÍA Y EL KREMLIN

Al grito de “¡Navalny!, ¡Navalny!, ¡Navalny!”, miles de rusos dieron el último adiós a Alexei Navalny, quien era considerado el principal opositor del presidente Vladimir Putin y a quien se responsabiliza de su asesinato.

Pese al fuerte despliegue policial y a las amenazas de detenciones, numerosos ciudadanos se congregaron en las inmediaciones de la iglesia moscovita de Nuestra Señora Madre de Dios “Alivia mi sufrimiento”, donde ayer viernes se celebró el funeral; y también en el cercano cementerio de Borisovskoye, donde fue enterrado el cadáver del opositor.

Los padres de Navalny, Anatoly y Lyudmila, encabezaron los actos, a los que acudieron los embajadores de Alemania, Francia y Estados Unidos en Rusia.

La esposa del fallecido dirigente, Yulia Navalnaya, quien vive en el extranjero junto a los dos hijos de la pareja, no asistió por temor a represalias. Sin embargo, aprovechó la ocasión para darle a su marido gracias "por 26 años de felicidad absoluta" a través de un sentido comunicado.

“No sé cómo vivir sin ti, pero intentaré hacerlo para que tú -allá arriba- estés feliz y orgulloso de mí”, agregó la viuda quien anteriormente había declarado que "Putin y todos los que le rodean, sus amigos y el gobierno, sepan que tendrán que rendir cuentas por lo que hicieron a nuestro país, a mi familia y a mi marido. "Y ese día llegará pronto", advirtió.

Navalnaya también hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que "se una y derrote a este mal".

Mientras el féretro con los restos de Navalny era introducido en la iglesia, los congregados en las afueras comenzaron a corear su nombre y rompían a aplaudir.

Acto seguido también se escucharon gritos de “¡asesinos!”, “¡Rusia será libre!”, “¡no te olvidaremos!” o "¡no tuviste miedo y nosotros tampoco!", reportó el corresponsal de la BBC en Rusia, Steve Rosenberg.

También hubo gritos de "no a la guerra" y "Rusia sin Putin".

Una larga fila de personas, con flores y velas, se formó en la calle que conduce al templo.

La multitudinaria presencia ciudadana se ha producido pese a que horas antes las autoridades advirtieron que detendrían a quien participara en manifestaciones no permitidas.

Nada más conocida la muerte del disidente, el pasado 16 de febrero, decenas de personas fueron arrestadas en distintas ciudades rusas cuando se reunieron para rendirle homenaje.

“Cualquier reunión no autorizada constituirá una violación de la ley y quienes participen en ella tendrán que rendir cuentas”, declaró este viernes el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.

El funcionario evitó responder a las preguntas que los periodistas le formularon tanto sobre el fallecido político como sobre la demostración duelo de parte de los moscovitas.

"Vine porque esta es la única oportunidad para mí de decir adiós a Alexei. Admiro su coraje, admiro su resistencia. No entiendo por qué se le teme incluso muerto. Por eso estoy aquí", declaró uno de quienes decidió trasladarse hasta el distrito de Márino, donde se celebraron las exequias y donde Navalny vivió.

Otro de los asistentes declaró a la BBC que acudió al sitio para "rechazar el asesinato de un hombre valiente y honesto que quería un gran futuro para su país".

Otra más, cuya identidad la BBC no divulgó para evitar represalias contra ella, dijo que este "no era el momento de ser cobarde en Rusia" y que el riesgo de arresto se debía al miedo del gobierno ruso a los partidarios de Navalny.

"Somos sólo gente en luto y con flores, pero nos tienen miedo", dijo.