Durante la reunión que sostuvo ayer viernes 21 de febrero con los gobernadores del país, en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los conminó para que apoyen e impulsen la pena de muerte para narcotraficantes.

Trump habló de la pena capital, tras un comentario del gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, quien señaló que uno de los problemas más graves que enfrenta su estado es el tráfico de fentanilo, el cual llega a su entidad a través de paquetes postales de China donde, paradójicamente, sí se aplica la pena capital a traficantes de drogas y no tienen ese problema.

Al recordar una conversación que tuvo con el presidente de China, Xi Jinping, en la que hablaron de la implementación de la pena de muerte en el país asiático para los traficantes de droga, Trump afirmó que los países con pena capital para los traficantes, no tienen problemas de narcotráfico.

“Si te fijas, en todos los países que tienen la pena de muerte no hay ningún problema de drogas”, dijo Trump. Y llamó a los gobernadores a presionar para que en sus estados se implemente dicha medida en contra de los traficantes de drogas.

“Sus estados tienen el derecho de aplicar la pena de muerte también a los traficantes de drogas”, dijo Trump. “Pero háganlo sólo si quieren deshacerse de las drogas”, agregó.

En la reunión estuvieron presentes los gobernadores demócratas: Josh Shapiro de Pensilvania, Wes Moore de Maryland, Andy Beshear de Kentucky, Tony Evers de Wisconsin, Phil Murphy de Nueva Jersey, Maura Healey de Massachusetts, Laura Kelly de Kansas, Kathy Hochul de Nueva York y Jared Polis de Colorado.

Así como también, los gobernadores republicanos: Henry McMaster de Carolina del Sur, Mike DeWine de Ohio, Kelly Ayotte de New Hampshire, Sarah Huckabee Sanders de Arkansas, Mark Gordon de Wyoming, Kim Reynolds de Iowa, Ron DeSantis de Florida, Tate Reeves de Mississippi y Mike Braun de Indiana.

En la misma reunión, Trump adelantó que el gobierno federal invertirá entre 100 y 200 millones de dólares en una campaña de publicidad para combatir el consumo de drogas en Estados Unidos, similar a la que hace el Gobierno de México con la presidenta Claudia Sheinbaum.

La campaña, señaló, mostrará imágenes "horrendas" sobre las consecuencias que tienen el consumo de drogas, principalmente el fentanilo y la heroína en la salud de los usuarios, con el propósito de que al verlas, nunca más quieran volver a consumir dichas sustancias.