Por Edgardo Pérez Alvelais

30-04-24 

Dos vigilantes de seguridad privada murieron el fin de semana pasado presuntamente a causa de una intoxicación por consumo de lonches en mal estado y otra mujer que también los comió afortunadamente está respondiendo a los tratamientos médicos y está librando la situación.

Un familiar de Héctor R., de 66 años de edad, se contactó con Ajedrez Político SLP, y explicó que esta persona falleció el pasado sábado 27 de abril a las 3 am en la Clínica 50 de Especialidades Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Desde el viernes 26 comenzó a sentirse muy mal, con fuertes retortijones en el estómago, diarrea y vómito. Comentó que por la mañana había consumido un lonche con alambre de res proporcionado por la empresa de seguridad privada en la que trabajaba.

El Señor Héctor era parte del equipo de la empresa CGC Seguridad Privada para la Industria y el Comercio S de RL de CV que proporciona este servicio a una fábrica de MSSL S.A. de C.V. del ramo automotriz ubicada en el Parque Industrial Logistik 2 del municipio de Villa de Reyes. Sólo le faltaba un mes para jubilarse. Fue tal su malestar que de la caseta de vigilancia hablaron para que personal médico acudiera en su auxilio. En una ambulancia lo trasladaron y en el camino le faltó el oxígeno, fue intubado, se infartó y lo estabilizaron hasta llegar al nosocomio donde sufrió otros tres paros cardiacos hasta que falleció por trauma cerebral cuando le fallaron los pulmones y no llegó el suficiente oxígeno a la masa encefálica para poder vivir.

Una hija del Señor Héctor fue avisada por su madre de la grave situación de su padre pero ya no pudieron hacer nada. En las oficinas del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado en Ahualulco, la joven dio su testimonio -del cual Ajedrez Político SLP tiene una copia- y dijo que su padre padecía hipertensión y era propenso a la diabetes. Afirmó que su progenitor no consumía alcohol, no se drogaba y no fumaba.

En el acta asentó que su padre trabajaba como vigilante para la empresa CGC Seguridad Privada para la Industria y el Comercio S de RL de CV ubicada en la calle de Madrid #390, colonia Providencia de la ciudad de San Luis Potosí.

Muchas de estas empresas de seguridad se consideran que son "patito" porque son renuentes a cumplir con los requisitos de ley como son sus registros ante la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, muchas veces sólo buscan un lucro económico, explotan a sus trabajadores con horarios excesivos y no asumen sus responsabilidades en prestaciones laborales ni les proporcionan seguros de vida. Familiares de los vigilantes fallecidos denunciaron que directivos de CGC Seguridad Privada para la Industria y el Comercio S de RL de CV sólo les ofrecieron la ridícula cantidad de 3 mil 500 pesos para gastos funerarios.  

La otra persona que presuntamente también sufrió intoxicación por alimentos murió el pasado domingo 28 a las 12:25 horas. Se llamaba Roberto P. Se desconoce su edad pero también trabajaba como vigilante de seguridad para la misma empresa. Él también comenzó a sentirse mal con fuertes dolores estomacales y vómito por lo que llamó a su hijo que vino a cubrir su servicio. Él también fue trasladado a la Clínica 50 del IMSS pero no logró sobrevivir. 

Otra mujer también resultó intoxicada pero al parecer está mejorando su estado de salud y está librando la intoxicación.

Los deudos de ambas personas que fallecieron están en comunicación, exigen a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia abrir una carpeta de investigación. Ambas familias quieren que se conozca a fondo la causa oficial de los decesos, se envíe personal de la Secretaría de Salud y Riesgos Sanitarios a revisar los alimentos que dicha empresa de seguridad proporciona a sus vigilantes y otras en general porque el personal podría estar en peligro.

En materia de alimentos se deben revisar fechas de caducidad de los ingredientes, la higiene del personal y del lugar donde los preparan, se debe cumplir con el proceso de refrigeración y cadena de frío porque con las altas temperaturas de 35 grados que se están registrando es fácil que entren en un proceso de descomposición que al comerlos pueden causar una intoxicación o envenenamiento por alguna salmonela letal que puede llevar a la muerte de la persona.