EL VICEPRESIDENTE DE EU, JD VANCE, DIJO QUE LA GUERRA DE TRUMP VS LAS DROGAS BUSCA EVITAR QUE MÉXICO SE CONCIERTA EN UN "NARCO-ESTADO" Y PODRÍAN USAR A LAS FUERZAS ARMADAS 

La guerra de Donald Trump contra los cárteles de la droga busca evitar que México se convierta en un "narcoestado", dijo el día de ayer miércoles 5 de marzo, el vicepresidente estadounidense JD Vance, quien recordó que su gobierno está facultado para usar a las Fuerzas Armadas contra estas organizaciones.

En un discurso en Eagle Pass desde la frontera sur de Estados Unidos, Vance dijo que su gobierno combate la inmigración ilegal y designó a las bandas narco como organizaciones terroristas con el objetivo de frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos.

Aunque el plan también "le está haciendo un gran favor al pueblo de México", afirmó. "Si no logran controlar a estos cárteles, el pueblo de México se despertará en un narcoestado donde los cárteles tendrán más poder que su propio gobierno", advirtió.

Vance, la figura de mayor rango en la administración de Trump que visitó la frontera, fue consultado sobre si militares estadounidenses cruzarían a México para enfrentar a las organizaciones criminales, clasificadas junto con el grupo yihadista Estado Islámico como "terroristas".

El vicepresidente estadounidense afirmó que las detenciones por cruces ilegales habían disminuido drásticamente porque el presidente Donald Trump exige que todo el gobierno priorice el tema de maneras que su predecesor demócrata, Joe Biden, nunca lo hizo.

Vance estuvo acompañado por el secretario de Defensa Pete Hegseth y la directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard, mientras realizaba un recorrido en helicóptero por la zona alrededor de Eagle Pass, Texas, a unos 240 kilómetros (150 millas) al suroeste de San Antonio. También visitaron una unidad de la Patrulla Fronteriza y participaron en una mesa redonda con el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, y funcionarios federales, estatales y locales.

Vance señaló que las detenciones por cruces ilegales en la frontera cayeron un 39% en enero en comparación con el mes anterior. Las cifras han estado disminuyendo drásticamente desde mucho antes de que Trump asumiera su segundo mandato el 20 de enero, bajando de un máximo histórico de 250 mil en diciembre de 2023. Después de eso, las autoridades mexicanas aumentaron la aplicación de la ley dentro de sus propias fronteras y Biden introdujo severas restricciones de asilo a principios del verano pasado.

"El presidente Trump ha facultado -y de hecho ha exigido- a todo su gobierno tomar en serio la tarea del control fronterizo", señaló Vance.

En un esfuerzo por imponer políticas de inmigración más estrictas, el gobierno de Trump ha deportado en aviones militares a inmigrantes que viajaron esposados y ha enviado a algunos al centro de detención en la Bahía de Guantánamo, en Cuba. También ha ampliado las detenciones por parte de los agentes federales de personas que se encuentran en Estados Unidos de manera ilegal y ha puesto fin a programas que otorgaban permisos a algunos para quedarse.

La presencia de Hegseth y Gabbard en la visita pone de manifiesto la forma en la que Trump está encargando a las agencias del gobierno federal trabajar para reformar la política fronteriza e inmigratoria, yendo mucho más allá del Departamento de Seguridad Nacional, el hogar tradicional de la mayoría de estas funciones.

"La crisis fronteriza se ha convertido en un asunto de inteligencia nacional y también se ha convertido en algo que requiere la participación del Departamento de Defensa", afirmó Vance.

Gabbard culpó al gobierno de Biden por la presencia en Estados Unidos de personas que cruzaron la frontera ilegalmente y que tenían posibles vínculos con terroristas, pero que fueron liberadas en el país mientras esperaban sus procesos en las cortes de inmigración.

"¿Quiénes son? ¿Qué pueden estar tramando?", preguntó Gabbard. "Esto es sólo el comienzo".

Como parte de su visita, Vance fue al Parque Shelby, un parque municipal a lo largo del río Bravo (o Grande) del que Abbott tomó el control de las autoridades federales el año pasado en una disputa con el gobierno Biden, después de que el gobernador acusó a la Casa Blanca de Biden de no hacer lo suficiente para frenar los cruces ilegales.