CONDENA UNÁNIME POR EL ASALTO A LA EMBAJADA DE MÉXICO EN QUITO, ECUADOR. HASTA EL PRESIDENTE JAVIER MILEI DE ARGENTINA CRITICÓ LA IRRUPCIÓN. JORGE GLAS INGRESÓ A LA CÁRCEL DE LA ROCA DONDE ESTÁN LOS DELINCUENTES MÁS PELIGROSOS

Después del asalto a la embajada de México en Quito por parte de fuerzas policiales para llevarse a Jorge Glas, vicepresidente de Ecuador durante el mandato de Rafael Correa (2007-2017), el detenido fue trasladado ayer sábado a la cárcel de máxima seguridad de La Roca mientras la Organización de Estados Americanos (OEA) y varios países de la región han rechazado su detención, horas después de que el Gobierno mexicano le hubiese otorgado el asilo político.
Glas, sobre quien pesaba una orden de detención y de ingreso en prisión preventiva, fue llevado en avión desde la Unidad de Flagrancia de Quito, donde pasó la noche después de que fuera sacado a la fuerza de la sede diplomática de México, hasta La Roca, que se encuentra en el complejo carcelario de la ciudad de Guayaquil, situada en la zona costera del país, y que está reservada para los delincuentes más peligrosos.
Tanto el expresidente Rafael Correa como su partido Revolución Ciudadana han denunciado que Glas fue presuntamente golpeado durante las horas que pasó detenido y responsabilizaron al Gobierno del presidente Daniel Noboa de cualquier daño en la salud física y psicológica de Glas.


El Gobierno de Ecuador aseguró ayer sábado que conocía sobre el riesgo de fuga inminente del país del exvicepresidente Jorge Glas, razón por lo que irrumpió por la fuerza en la embajada. Así lo manifestó la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, en una declaración de prensa en la que insistió en que su Gobierno agotó el diálogo con el Ejecutivo mexicano antes de ordenar la irrupción policial a la Embajada de México en Quito.
Se conocía de "un riesgo real de fuga inminente del ciudadano requerido por la Justicia", por lo que "la fuerza de seguridad ecuatoriana ha actuado para cumplir con una orden judicial de captura de Glas en un caso de malversación", explicó.
La canciller subrayó que "ningún delincuente puede ser considerado perseguido político", recordó que sobre Glas pesaban además dos condenas en firme por otros casos de corrupción y dijo que Glas se encontraba como huésped en la Embajada diplomática de México en Quito desde el pasado 17 de diciembre, justo cuando la Fiscalía había emitido una orden de localización y captura por un caso de malversación de fondos públicos.
Según Sommerfeld, la Embajada de México en Quito, al haberlo recibido como huésped, "contribuyó" a que Glas incumpliera la orden de presentarse cada semana ante un tribunal, lo que, según ella, contravenía claramente el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Asimismo, destacó que en varias ocasiones el Gobierno de Ecuador comunicó a la Embajada mexicana su rechazo a que se concediera el derecho de asilo diplomático a Glas por tratarse de una persona juzgada por delitos comunes en tribunales ordinarios.
Incluso recordó que el pasado 29 de febrero la Cancillería ecuatoriana había solicitado a la Embajada mexicana que le diera permiso para que la fuerza pública pudiera entrar en su sede para cumplir con la orden de arresto de Glas, petición que fue negada.
"Ecuador justifica sus acciones en apego a la normativa internacional, sobre todo a las convenciones sobre asilo y lucha contra la corrupción", añadió la canciller.
La invasión policial a la Embajada de México en Quito llevó al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a romper las relaciones diplomáticas con Ecuador por considerarlo una violación de la soberanía de su país y del derecho internacional.
López Obrador agradeció ayer sábado la solidaridad de mandatarios, dirigentes y organizaciones civiles" a nivel internacional y nacional tras el asalto de la embajada de México por parte de policías ecuatorianos:
"Agradecemos la solidaridad de mandatarios, dirigentes y organizaciones civiles de distintos países y del nuestro tras el asalto de la Embajada de México en Ecuador",

Numerosos mandatarios latinoamericanos, como los presidentes Gustavo Petro, de Colombia, y Gabriel Boric, de Chile, además el mismísimo presidente ultraconservador Javier Miley de Argentina, condenaron la irrupción en la legación diplomática mexicana en Ecuador.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, urgió al "diálogo" y anticipó que pedirá una reunión del Consejo Permanente del organismo para abordar las tensiones entre ambos países. Además, pidió a los mexicanos evitar cualquier provocación y evadir el acoso que pudiera suscitarse, en medio del debate internacional en redes sociales y previo a la protesta de ayer sábado en la Embajada de Ecuador en la capital de México que se realizó sin mayores incidnetes.
“Respetamos al pueblo hermano de ese país y a nuestros connacionales les pedimos comportarse con mucha prudencia para evadir el acoso y no caer en ninguna provocación", señaló.
El Gobierno de México también anticipó que presentará una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia por violaciones graves al Derecho Internacional y advirtió que el país defenderá con dignidad su soberanía y a sus connacionales al considerar que se violó la Convención de Viena que fue suscrita en la capital de Austria el 24 de abril de 1963, entró en vigor el 19 de marzo de 1967 y es el instrumento que rige en las relaciones diplomáticas del mundo.
A las críticas, también se sumó Estados Unidos que condenó la violación de la Convención de Viena por el asalto por parte de Ecuador de la Embajada de México en ese país y ha exhortó a los dos aliados de Washington a "resolver sus diferencias de acuerdo con las normas internacionales".
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó que "Estados Unidos condena cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y se toma muy en serio las obligaciones de los países bajo la ley internacional de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas".
