Caballo Cultural

Por Pedro Félix Gutiérrez 

No soy monedita de oro

"No soy monedita de oro pa' caerles bien a todos, así nací y así soy si no me quieres ni modo", así reza la letra de una canción popular mexicana. En realidad desde que fue inventada por los romanos, antes de poner el primer taller junto al templo de Juno Moneta, está refiriéndonos a la moneda que se volvió el signo representativo de las cosas.

Por tal existe la numismática, que es la ciencia que estudia las monedas y medallas antiguas, las cuales son de oro, plata y bronce. A los mexicanos mucho tiempo se les consideró "la raza de bronce", un sesgo burlón por su capacidad para quedar siempre en tercer lugar en las competencias y ganar medalla de bronce.

Lo que si sabemos es que existen la moneda imaginaria, el papel moneda, la moneda falsa, la moneda corriente, la moneda divisionaria, la moneda de reserva, la moneda fiduciaria y existe también el pago con la misma moneda -cuando se corresponde a una mala acción con otra semejante-. Ser "moneda corriente" es una comparación de fina ironía o una dulce burla que se sigue aplicando en el lenguaje popular.

La historia nos cuenta que los antiguos mexicanos usaban como moneda de cambio el cacao, conchas marinas o barras de sal. Así las primeras monedas de cambio fueron objetos, cosas de uso común, ganado, pieles y trozos de metal.

El monedaje era el precio que se pagaba antiguamente por la fabricación de monedas, pero se puede monetizar. Existen los monetaristas y el monetarismo que es una doctrina inmersa en la economía. Monedero es una bolsita que saca mi abuela y que siempre parece inagotable. Es la que Mercedes, la esposa de Gabriel García Márquez, vació para poder enviar por correo la primera mitad de "Cien años de Soledad".

Todos los días te encuentras a alguien en cualquier sitio que te pide una moneda para una causa o necesidad. Y desde que yo sé poco sobre la vida que me rodea, el sistema monetario siempre ha estado en crisis.

Todo esto viene a cuento porque asirios, egipcios, fenicios y griegos conocieron primero los lingotes de metal precioso y luego los discos acuñados con el sello del Estado. Así durante varios siglos sirvieron juntos como metales monetarios.

Existen el zloty polaco, la libra inglesa, el yuan chino, la corona sueca, el rublo soviético, el peso mexicano, la rupia indonesia, el dólar gringo, el guaraní paraguayo y el marco alemán, entre muchas otras de indiscutible valor numismático para coleccionistas.

Por otra parte, existen las medallas, las cuales son monedas redondas acuñadas en principio por griegos y romanos para significar un hecho en la historia que se desea perpetuar a partir de escenas o alegorías reales. Están realizadas en bajo relieve y honran personajes. Las medallas olímpicas son las de valor más alto en las competencias deportivas de este nivel. Se sabe que algunas han sido vendidas o empeñadas por deportistas olvidados y pobres.

El medallista es el grabador de medallas y tiene su historia.
La exposición denominada "Blas Escontría y Bustamante: Moneda, Ingeniería y Modernización en el Siglo XXI", que presentaron la UNAM la UASLP, instalada en el edificio de la Caja Real nos muestra, entre otros objetos de 1863, un centavo de cobre, los diez centavos en plata del mismo año con dibujo y diseño, un anaquel con utensilios de fundición de fabricación local y la moneda de ocho reales de plata.

Fueron las ideas modernizadoras de los borbones, quienes buscaban el control de la Casa de Moneda, quienes introdujeron tecnología alemana a la Nueva España, lo cual contribuyó a la creación de academias de grabadores que acuñaron monedas de mejor calidad y redondas, dejando atrás las producidas a golpe de martillo que siempre quedaban chuecas y deformes.

Lorenzo Rafael con más de 50 años de experiencia nos cuenta que su padre grabó "La Josefita" de cinco centavos y "el Juárez", más la de diez centavos del trigo en la imagen.

Después de la conquista hubo intentos por instalar academias de arte lideradas por pintores novohispanos que no prosperaron al venir de gremios y no de la figura real.

Antonio Gil (1778-1783) trajo a México los estatutos de la de Madrid, instaló la Escuela de Grabado y dio pie a la Escuela Provisional de Dibujo, por lo que sabemos que las primeras monedas se acuñaron en Verona en el Siglo XV.

La posibilidad de inmortalizarse en el metal se hizo popular entre la nobleza europea y esto se trasladó a Nueva España. De la mano de la academia de San Carlos quien obtuvo la real cédula hace 234 años. La primera en América. Ahí está atrás de palacio nacional aún.

En el caso potosino la figura del interventor estatal en el siglo XXI,buscaba la aplicación estricta de las disposiciones en la acuñación de monedas.

La Casa de la Moneda en San Luis fue una importante institución para el desarrollo de los pueblos mineros y la economía de la región. Blas Escontria fue ensayador de la Casa de la Moneda. Y sus siglas están en la moneda de ocho reales de plata.

Existen innumerables ejemplos de monedas y medallas creadas con fino arte en el que existen más de quince pasos para realizarlas. Hay quienes seguimos jugando con ellas lanzándolas contra la pared para acercarnos a otra y ganarlas, y aún quienes se la juegan en "un voladito". Otros las avientan a una fuente pidiendo un deseo de bienestar y felicidad. Lancemos una para esperar un buen año para todos en el 2024. ¡Salud!

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Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP

Pedro Félix Gutiérrez

pfelix2000@hotmail.com

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Es académico investigador por la UASLP la cual ha publicado sus libros es considerado buen escritor y poeta sus columnas periodísticas son culturales

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