Caballo Cultural
Por Pedro Félix Gutiérrez
Xantolo, una experiencia mística
Debe haber sido por los 80's cuando fui nombrado director de Descentralización y Cultura Popular en el Instituto de Cultura de San Luis Potosí.
Y me fueron encargados para desarrollar varios programas que sólo estaban enunciados. Dentro de otros los festivales culturales municipales, los regionales, el de la Lagartija en Matehuala, el de la Naranja en Rioverde, el de la Huasteca en Ciudad Valles.
Huérfano quedaba Tamazunchale, así que fuimos, investigamos. Se acercaba Día de Muertos y decidimos organizar por vez primera el Festival del Xantolo.
Todo se hizo allá. Se pidieron proyectos a las comunidades y se les dio dinero en efectivo para su organización y realización.
Primero que nada los altares de muertos se colocaron alrededor del jardín. Más de cincuenta con sus arcos, sus flores y sus vituallas sobre coloridos y blancos manteles.
Luego el Concurso de Pan de Muerto que organizaron todas las panaderías en un concurso para producir pan con diferentes figuras y tamaños.
Luego las danzas. Sesenta grupos que representaron todas las comunidades y empezaron a bailar durante esos días sin descanso entre cohetes, algarabía y participación de la población.
Después, las ceremonias de limpia de impurezas y malos espíritus que iniciamos con los brujos de la región y sus sacerdotes en una profunda cueva en Rancho Nuevo a donde penetramos a un gran espacio donde se realizó la Ceremonia del Tlamani.
Grupos de música y danza y sacerdotes escarbaron la tierra para sacar un gran tamal zacahuil, velas y humo de copal. Se brindó con aguardiente curado con ajo. Y se repartió la comida a más de doscientas gentes ahí adentro sudando a chorros. Nos despidieron los sacerdotes y regresamos a la comunidad donde ya estaba listo el caldo de guajolote, las cervezas y los danzantes.
De regreso a la plaza central del jardín de Tamazunchale teniendo como respaldo una tarima frente al Palacio Municipal lleno de flores y grandes mantas alusivas.
Así empezaron los danzantes. Se premiaron los concursos. Se nos entregó un bastón de mando por un sacerdote representativo y se nos regalaron bolsas con pan de muerto.
Casi al filo de la media noche, una comitiva fuimos por el presidente municipal. Con lloronas y sacerdote a orillas del río, ahí soltamos unos cuencos con una vela encendida al centro y con galletas de animalito. Esta ofrenda se obsequió a los muertos y mientras se adentraban en la corriente regresamos a clausurar el festival.
De ahí, cada año posterior se organizó todo tal cual programado y cada vez más se difundió por todo el estado y el país, convirtiéndose Xantolo en un atractivo turístico hasta la fecha.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
Es académico investigador por la UASLP la cual ha publicado sus libros es considerado buen escritor y poeta sus columnas periodísticas son culturales