Los Expedientes del Imperio
Por Jaime Contreras Huerta
XG: Pensar un poco
Durante una entrevista con Leonardo Curzio, la coordinadora del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, dijo que el cincuenta por ciento de la gente no la conoce por lo que, en el marco de las acciones de reformulación de estrategias para su campaña, se tiene considerado el “plan de cientos de miles de spots a partir del 20 de noviembre y con los que la gente la va a conocer en el país”. Su declaración devela que su equipo de asesores aún vive en el siglo XX, con ideas insuficientes para fortalecer el posicionamiento de la tan deteriorada imagen de la senadora Gálvez, ya que la presunción de los “cientos de miles spots” además de alarde de poder económico resulta insuficiente para estrechar su relación con el electorado.
Su equipo debe considerar que la comunicación política, de acuerdo con los expertos en el tema, es un área de conocimiento que puede ser definida como el proceso de gestión de la visibilidad del ejercicio del poder de quiénes lo ejercen, lo aspiran o lo respaldan. Se trata de un proceso que incluye estrategias de construcción, intercambio y recepción de discursos que expresan contenidos estratégicos, simbólicos y contextuales, altamente mediatizados de muy diversas formas con intenciones legitimadoras y persuasivas, sin embargo, con los dichos de Xóchitl Gálvez, resulta evidente que estas reflexiones no están en las mentes de sus asesores.
Y es que, como también dijo; “justamente por eso nos sentamos un poco a pensar que, al recorrer al país a una velocidad impresionante, conseguí un millón de firmas que cierto ahí están. Si este millón de personas que ahora estoy contactando se activan pues se pueden convertir en un montón de ciudadanos”. Eso de “pensar, solo un poco”, difícilmente generará estrategias suficientes a la derecha opositora, concentrada en el Frente Amplio por México que, hasta este momento, enfrenta una crisis de comunicación política, hecho que se refleja en las estrategias fallidas de propaganda mediática para impulsar tendencias de opinión a favor de la candidata Xóchitl Gálvez, quien en su discurso de manera explícita confunde electorado con un “montón de ciudadanos”
El fracaso es evidente, en primer lugar, en el terreno simbólico mediante la intención errónea de posicionar una candidata a través de la configuración de una figura política que supuestamente emergió, con sangre indígena, de las benditas entrañas democráticas de la sociedad civil y con un halo de esperanza para las clases populares, sin embargo, todo esto se fue al carajo porque las huellas de su pasado la desdibujaron y lo que emergió fue la figura de una mujer simuladora, corrupta y plagiaria que con mentiras aspira llegar a lo más alto del gobierno mexicano sin las mínimas habilidades de comunicación política.
En segundo lugar, está el discurso de Xóchitl Gálvez, donde prevalecen los exabruptos e ineficaces artilugios semánticos que, develan su insuficiente capacidad de argumentación política y escasa racionalidad para comprender que, en propaganda, el discurso es una herramienta fundamental en las contiendas electorales. En este contexto, a los del Frente Amplio por México, les resultara muy difícil que la comunicación política, en el discurso de Xóchitl Gálvez, pueda ser el resultado de un proceso de gestión estratégica enfocado a la visibilidad de la candidata a la presidencia de la república, sobre todo si consideran que la idea de gestión estratégica responde lo que Roy Morato denomina “los juegos del lenguaje de los políticos, donde el recurso por excelencia, en un sistema democrático; es la palabra convertida en discurso”.
En la entrevista, la coordinadora del Frente Amplio por México también comentó que, “tenemos que hacer una campaña que emocione y en ese sentido esa campaña se va a hacer”. Conforme a su visión de campaña emocional, es claro que su estrategia se sostiene en lo que pueden configurar los medios masivos y las redes sociales y quizá algo más en una realidad social que no es visible para la oposición porque no distinguen que México ya es otro país con una cultura política distinta a la de los regímenes neoliberales. México ahora forja una identidad social acorde al gobierno del presidente López Obrador. Los imaginarios del electorado ya no son tan manipulables con eso de los “spots” como los que producen la oposición, siempre con limitaciones en la argumentación sobre los problemas de la nación.
La cereza del pastel fue la ocurrencia de Gálvez, supongo que a manera de analogía, cuando dijo que “soy como Rocky IV contra el ruso, el dragón, ese es morena el dragón, donde a Rocky le pegan, le pegan, le pegan y él nunca se vence y acaba ganando”. Su victimización es inadmisible, ya que quien está siempre golpeando es ella, no se diga a los trabajadores mexicanos con lo que declaró ante empresarios del Consejo Directivo de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), sobre de que “no es momento” para reducir la jornada de 48 a 40 horas laborales, porque “estamos saliendo de una situación económica difícil y tenemos que construir ese momento oportuno con diálogo, con los empleados y con los trabajadores”. Vaya que Xóchitl es el Dragón que golpea y golpea, pero al pueblo mexicano.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
JAIME CONTRERAS HUERTA
jcontrerash44@gmail.com
Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.