El alfil negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

RAPIÑA

“Oblata occasione, vel iustus perit”
(“Si se le presenta la oportunidad, incluso el justo peca)

A principio de los años setenta del siglo pasado, fui al cine Avenida para ver la premier de una película en donde el personaje principal era Ignacio López Tarso. El filme se llamaba “Rapiña” y daba mucho de qué hablar, pues contaba la historia de un par de personajes que se aprovechaban de un accidente aéreo para aliviar su pobreza robando. En todos estos años, he sido testigo de este actuar, y he visto cómo en accidentes carreteros salen personas hasta por debajo de las piedras, para llevarse todo lo que pueden antes de que llegue la policía.

Hoy enciendo la pantalla que hace las veces de televisión y veo con asombro cómo, ante la desgracia que viven los habitantes de Acapulco y poblados vecinos por la furia del huracán Otis, una gran cantidad de personas se han dedicado a saquear todo lo que pueden. No roban solo comida o agua, algo que podría justificarse en estas circunstancias, sino que se llevan todo, absolutamente todo lo que encuentran: televisores, lavadoras, estufas, bicicletas, motocicletas, ropa de marca, joyas y un largo etcétera. No los mueve ni el hambre ni la sed, sino la urgencia por saquear. Tienen instinto depredativo y lucran con la desgracia.

Existen también otros depredadores que, frente a un micrófono, tras un teclado de computadora o frente a una cámara de televisión, acusan a las autoridades de lo que ha sucedido. Las señalan por no haber impedido que el huracán entrara a tierra firme, como si en ellas radicara el poder de cambiar el curso de la naturaleza. Señalan con dedo flagrante que no estén reconstruyendo casas, caminos y yates, como si se tratara de un juego con bloques de Lego. Estos depredadores están haciendo lo suyo, son como aves de rapiña, como una jauría de hienas, que se están aprovechando del dolor humano.

Hoy circula ampliamente en redes sociales una supuesta grabación de una persona que dice haber sido asaltada por elementos del ejército y la guardia civil. Quienes mandan esta grabación no aportan ninguna imagen, ni dato fehaciente que demuestre lo que la supuesta víctima está narrando, esa es otra forma de hacer rapiña.

Ayer veía una grabación en donde a un puesto de ayuda y recepción de donaciones, llega la señora Xóchitl Gálvez, tratando de aprovechar la situación y hacerse propaganda política. Afortunadamente, personas presentes en el lugar le pidieron retirarse porque allí no hay espacio para proselitismo político. Pura rapiña política.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP

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