El alfil negro
Por Ramón Ortiz Aguirre
VIAJAR ES QUERER REGRESAR
imago animi sermo est
«La palabra es la imagen del alma»
Hoy no voy a escribir nada relacionado con la política, la problemática urbana y ambiental, este día los quiero invitar para que el próximo día 31 me acompañen a la presentación del libro más reciente que he escrito, es un pequeño texto que habla de una serie de vivencias a lo largo de mi vida, en el hablo de algunos cuantos viajes que no de todos los que he emprendido, si ustedes gustan acompañarme viajaremos por cuatro continentes, un viaje con boleto de regreso.
El día que mi padre me llevó a Tampico para conocer el mar, me quedé extasiado viendo la inmensidad de la mar océano, a lo lejos se veían los barcos y cuando fuimos al muelle los pude ver de cerca, pero no los pude abordar como era mi deseo. En los años sesenta del siglo pasado era frecuente que algunas familias realizaran una visita al aeropuerto para ver las aeronaves que llegaban y partían del antiguo puerto aéreo que se ubicaba en donde hoy se encuentra el parque Tangamanga II, al mirar aquellos aviones, la torre de control y los pasajeros que llegaban me nació el interés por un día poder abordar una de aquellos pájaros de acero, tuve que esperar un tiempo para ver cumplido mi deseo.
En mi niñez cuando viajaba a California a visitar a mi familia materna, escuchaba las pláticas de la familia de mi madre, que estaba compuesta por antepasados que llegaron desde el país Vasco, ponía atención con las historias de la guerra a la que mis tíos habían acudido, uno en el área de radares y control aéreo y otro como paracaidista, Mi grandma contaba de su vida en un pueblo de Colorado, de cómo veía pastar a los búfalos y del día que llevaron a los niños a conocer a Henry Ford cuando fue a visitar la zona, todas esas historias conformaron una ilusión por poder viajar, conocer mi país y el mundo.
Mientras fui recorriendo el país al lado de mis padres y hermanos los ojos se me llenaron de los colores y paisajes de México y así aprendí historia y geografía, pero sobre todo a amar la tierra en que nací.
Al concluir mis estudios en la UASLP, comencé a buscar la oportunidad de estudiar un posgrado en otro país y así fui aceptado para ir a Madrid España, vendí mi estéreo y la colección de discos y cartuchos de 4 y 8 track´s, el Volkswagen y mi nave espacial mejor conocida como bicicleta, compré mi boleto de avión y dólares para ir tras un sueño. Fue así como crucé el océano y cumplí lo soñado en Tampico y en el puerto aéreo de San Luis
Mis abuelos paternos me acompañaron a la Ciudad de México para despedirme en ese viaje, fue cuando mi abuelo me dijo; No mires hacia atrás, no tengas nostalgia, has tomado un nuevo camino y debes de recorrerlo, ha sido tu decisión y vas a ver y conocer muchas cosas, mucha gente, oirás otros idiomas, comerás platillos diferentes, y podrás comparar lo que tienes, a tu gente y tu país entre otras muchas cosas, eso te hará un hombre diferente, cuando decidas regresar aquí estaremos esperando y por favor no dejes de escribir cartas y contarnos lo que vives.
Aborde un avión de Iberia y partí hasta el viejo mundo, en el camino abrí una carta que me dio mi novia que es hoy mi esposa, en ella me deseaba éxito y me dio una fotografía, me pidió que al llegar le escribiera, en esos años hablar de larga distancia era muy costoso, así que la comunicación era preferentemente por correo.
Desde entonces he viajado por todo el mundo, he sido inmensamente afortunado al conocer tantos lugares y a tantas gentes, es primer viaje trans oceánico me mostro que el mundo es maravilloso y que nos ofrece tanto como queramos ver y conocer.
El libro que he de presentar inicia con aquel viaje desde la Ciudad de México hasta Madrid, lleva por titulo Viajar es querer regresar, porque a través de los viajes quiero regresar a los lugares en donde he sido feliz y al final de cada travesía quiero regresar al calor del hogar, a las calles adoquinadas de mi ciudad natal, a ver a mi familia y amigos.
Después de cada viaje platico largo y tendido con la familia y con los amigos que me quieren escuchar, son pláticas como aquellas que escuchaba en California al visitar a mi familia, historias de migrantes, de países, de amor y nostalgia.
Si gustan acompañarme los espero el próximo día 31 de enero a las 18:00 horas en el Auditorio de la Residencia Diurna del Trabajador Universitario, ubicada en Francisco Peña esquina con Benigno Arriaga.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
RAMÓN ORTIZ AGUIRRE
Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.